Palmeras

Aunque en España crece de forma natural el palmito, la única palmera europea, este tipo de árbol proviene de climas tropicales y subtropicales. Dadas las características climatológicas de la península Ibérica, se pueden utilizar algunas de las más de 3.000 especies existentes Las zonas más adecuadas son las próximas a la costa, principalmente el Mediterráneo y Andalucía.

Características Tronco
Conocido como estípite, crece en altura y no en grosor debido a una yema principal de la que surgen las hojas. Por ello, si el extremo de la palmera se hiela o contrae alguna enfermedad, morirá, Tampoco se ramifica como los árboles.

Hojas
Pueden ser de dos tipos: palmadas o pinnadas. Las primeras suelen tener una forma redondeada y ondulada. Las segundas están compuestas de vanos foliólos u hojas dobles, generalmente de forma estrecha.

Flores
De pequeño tamaño y agrupadas en inflorescencias, las flores suelen ser de color blanquecino o amanllento. Su floración no es muy espectacular, pero sí llamativa.

Frutos
Suelen ser de forma redondeada y de diversos tamaños, según las especies. Algunos tienen decorativos colores verdosos, rojizos o negros.

Raíces
Las palmeras desarrollan un sistema radicular fasciculado. De su cuello parten numerosas raíces, todas ellas de la misma importancia.

Formas
Pueden estar formadas por un único tronco bien desarrollado o por diversos tallos próximos entre sí. Las primeras son adecuadas para plantarlas en pequeños grupos y formando una alineación o un paseo. Las especies con el tronco delgado y alto aportan elegancia: las que forman un grupo de tallos desde el suelo se pueden colocar aisladas o formando masas, en lugares destacados del jardín o en maceteros de gran capacidad.

Cuidados

Riegos
Deben ser abundantes y frecuentes, sobre todo en los primeros años.

Cavas y escardas
Cada cierto tiempo será conveniente realizar cavas alrededor del cuello del árbol para que el terreno quede suelto: así. las raices estarán más aireadas y recogerán mejor el agua y los nutrientes. También se deben eliminar las malas hierbas, ya que le roban agua y nutrientes al árbol.

Elección de especies

Al elegir las frondosas, hay que tener en cuenta los diversos condicionantes del lugar donde se realice la plantación. Entre otros, son muy importantes los siguientes:
  • La altitud y el clima condicionan la elección de un determinado tipo de especies. ya que unas se desarrollan mejor a nivel del mar y otras en la montaña. En la Península. se puede optar entre una gran diversidad de frondosas, desde las especies tropicales a las que toleran las bajas temperaturas.
  • La cantidad de sol que van a recibir también es importante, Si se coloca un árbol de sombra a pleno sol, sus hojas amarillearán y no se desamollará bien. Por el contrario, uno que necesite sol directo y se encuentre a la sombra, crecerá débil y su floración será escasa.
  • El tipo de terreno debe ser el apropiado: una elección incorrecta dará lugar a árboles mal desarrollados.

USOS EN EL JARDÍN

Aisladas
Si se quieren plantar los árboles de manera aislada es mejor escoger especies que llamen la atención, ya sea por su porte, su floración espectacular, el color de sus hojas o su rareza Habrá que dejar al árbol suficiente espacio para que se desarrolle y pueda contemplarse en todo su esplendor.

En grupos
Se deben elegir árboles que armonicen o contrasten entre sí por su color, la textura de las hojas o el porte que desarrollen. Cuando se plante un pequeño grupo de frondosas, su número debe ser impar, ya que el resultado es más armónico.

En alineaciones
Las frondosas se pueden plantar en alineaciones para crear un paseo arbolado o una barrera vegetal. En los paseos se deben utilizar especies que den buena sombra y tengan una floración llamativa. Para crear una pantalla vegetal, son mejores los árboles de hoja perenne y crecimiento rápido.

Formas

Para que las frondosas desarrollen totalmente su porte o forma característica, se deben guardar unas distancias de plantación adecuadas entre los árboles. Las siguientes son las formas habituales de las frondosas:

Ovalada
Es la más corriente y se da en eucaliptos, carpes, plátanos, olmos, etcétera.

Redonda
Da sensación de estabilidad y reposo. Algunas especies con este porte son las moreras, la catalpa, algunos cítricos, los arces y los prunos ornamentales
Péndula
Sus ramas cuelgan hacia el suelo. Es típico de algunos sauces y de variedades péndulas injertadas de olmo, sófora, morera, etcétera.

Columnar o cónica
Los primeros son árboles de porte estrecho, tanto en la base como en la parte supenor de la copa como el chopo lombardo. Los segundos tienen un tronco principal recto y definido que se va estrechando hasta llegar a la copa, como la magnolia.

Irregular
Aquí se encuadran especies como el almendro, el madroño o el olivo, que no tienen un porte claramente definido.

Frondosas

Las frondosas poseen características ornamentales de primer orden. La gran variedad de especies, la belleza de sus hojas y flores, así como su perfecta adaptación al clima de la Península, convierten a estos árboles en interesantes puntos de referencia dentro del jardín.

Características

Tronco
Aporta un carácter importante debido a las diversas formas, colores y texturas que puede presentar.

Hojas
Pueden ser caducas o perennes, y presentan muy variadas formas y tamaños, con lo cual aportan diferentes tipos de texturas. El follaje cambia a lo largo del año, como las hojas del fresno, que pasan del verde oscuro en primavera al amarillo intenso en otoño.

Flores
En general, los tonos claros de las flores contrastan con el color oscuro de las hojas; de ahí, su valor ornamental.

Frutos
En algunas ocasiones resultan especialmente decorativos. sobre todo cuando permanecen en el árbol una vez que éste ha perdido todas las hojas.

Raíces
El sistema radicular de las frondosas puede desarrollarse de forma profunda, o bien somera y más extendid

Un muro verde

Si el jardín esta sometido a fuertes vientos, o se encuentra demasiado expuesto a la mirada de intrusos, lo ideal es plantar un seto o una pantalla contravientos de coniferas. La especie más indicada, si se quiere un rápido crecimiento y un gran desarrollo, es el ciprés de Leyland. que puede crecer hasta 1,20 metros al año.

Debido al gran desarrollo de este ciprés, la distancia mínima de plantación entre árboles debe ser de 80 centímetros. En pocos años se tendrá una excelente pantalla o un seto que apenas necesitará más que una poda ligera al final del verano.

Selección de ejemplares

La selección se ha de hacer en función de su colorido y apariencia y, sobre todo, de su capacidad de crecimiento y del espacio disponible. En ocasiones, el desarrollo de algunas especies es tan rápido que su sombra puede arruinar la armonía del jardín e inhibir el crecimiento de las otras plantas.

Usos
  • Aportan al jardín estructura y color.
  • En los jardines de carácter campestre, las coniferas deben armonizar con el paisaje circundante. Sin embargo, en otros más rígidos, ya sea por su concepción arquitectónica o por encontrarse dentro del casco urbano, se puede actuar con mayor libertad.
  • Las coniferas proporcionan un aire de madurez que con las frondosas se tarda años en conseguir.
  • Los ejemplares aislados se convierten en el elemento dominante del jardín, constituyendo un punto de atención incluso desde grandes distancias.
  • Un uso muy frecuente de las coniferas es la formación de setos, ya que algunas especies, aparte de tener un follaje perenne y denso, admiten muy bien los trabajos de poda. Además, resultan muy útiles para practicar el arte Topiario, o lo que es lo mismo, el empleo de plantas para hacer figuras recortadas.
  • Existe un importante grupo de coniferas obtenidas de forma artificial, que se conocen con el nombre de Nana Por sus dimensiones pueden emplearse en jardines pequeños, terrazas, balcones y rocallas.
  • También para jardines pequeños son ideales los cultivares de coniferas calificados como Fastigiata, de formas columnares y ramificación cerrada.
Cuidados
Las coniferas suelen vivir en zonas de condiciones climáticas duras, de ahí su enorme resistencia. La mayoría requieren luz y suelos frescos, profundos y neos en nutnentes. Por lo general, son bastante resistentes al frío, con la excepción de las especies procedentes del hemisferio sur. Al ser de hoja perenne, algunas coniferas se pueden resentir con la contaminación atmosférica

Coniferas: pinos y abetos

Las coniferas, plantas muy primitivas y extremadamente duras, se erigen como piedra angular dentro del grupo de los árboles. Debido a su figura de líneas muy definidas, su gran desarrollo y su resistencia, otorgan al jardín una estructura sólida, además de un aire de madurez difícil de conseguir con otro grupo de árboles. También tienen la ventaja de que se adaptan muy bien a todo tipo de jardines.

Características
Su zona principal de distribución está en las montañas del hemisferio norte.
En su mayoría son árboles. raramente arbustos, con un único tronco y numerosas ramas estratificadas en pisos, a lo que deben su típico aspecto piramidal como, por ejemplo, el abeto de Navidad. También es posible encontrar formas columnares, como la del ciprés, y globosas como las del enebro. Todas las coniferas contienen sustancias resinosas de amplio y tradicional uso industrial.

Hojas
Son duras, pequeñas y numerosas, poco o nada pecioladas y adaptadas a resistir las inclemencias del tiempo. Las coniferas presentan tipos de hoja muy
distintas: acicular (con forma de aguja, como las del pino) o escamiformes (en forma de escama, como las del ciprés). Aunque la mayoría son de hoja perenne, hay tres excepciones: los géneros Larix. Taxodium y Metasequoia. La duración de las hojas oscila entre los tres y los cinco años.

Flores
Sus flores son numerosas, diminutas y desnudas (sin pétalos y sin los órganos habituales de la flor), y carecen de interés ornamental.

Frutos
Aparecen habitualmente en forma de cono leñoso, como los del pino y el ciprés, y a ellos deben el nombre de coniferas.

Raíces
La raíz de las coniferas es pivotante, es decir, poseen una raíz principal, dominante y desarrollada en profundidad. que permite el anclaje del árbol y su gran desarrollo en altura.

Tierras calizas

Son las que tienen carbonato calcico -caliza- en una proporción del 25% o superior. Son bastante porosas y no suelen presentar problemas de drenaje. La mayor aireación hace que sean suelos menos fríos en invierno y, por tanto, mejores para las plantas poco resistentes al frío (si admiten la cal). Las especies adecuadas para estos terrenos son: encina, árbol del amor, paraíso, lluvia de oro, membrillero, níspero, coronilla y cotoneaster.

Cuidados
El mayor inconveniente que presenta este suelo es la dificultad de las plantas para absorber el hierro. Las que no pueden superarla lo manifiestan con un amarilleamiento de las hojas (clorosis férrica). Lo más recomendable es seleccionar especies que se adapten al terreno.
Otro problema que aparece en zonas de tierra caliza es la escasez de la capa de suelo y la panción, por debajo, de un manto de material rocoso calcáreo. Para evitarlo, es conveniente
llevar primero a este terreno árboles y arbustos de pocos requerimientos y resistentes a los suelos faltos de humedad, como por ejemplo el almendro, el pino de Alepo, el árbol del amor,
el majuelo y el agracejo.

Recomendaciones
Si se detecta la existencia de una losa caliza a poca profundidad, los hoyos de los árboles y arbustos deberán abrirse atravesándola; en caso de que sea demasiado gruesa. se le dará mayor anchura al hoyo. Resulta aconsejable incorporar materia orgánica. Usarla como acolchado es muy beneficioso, sobre todo durante los meses de calor.
Se deben comprar plantas pequeñas y en maceta. Las especies con follaje de color grisáceo y las que presentan vellosidad o un recubrimiento ceroso en las hojas suelen desarrollarse mejor en este tipo de suelos.

El jardín

Árboles
En la concepción de un |ardín no se debe prescindir de los árboles, pues constituyen los cimientos arquitectónicos, además de aportar color, contraste de texturas, sombra y frutos. Desde el grupo de coniferas (pinos, abetos. apreses, cedros...) hasta los árboles de sombra frondosa (laurel, olivo, morera, olmo. tilo. magnolia...), sin olvidar las palmeras, existe una gama amplia que se puede adaptar a las características de cada jardin.

Praderas y tapizantes
Es difícil concebir un jardín sin la base de un césped. Conociendo sus características se puede utilizar como un elemento muy polifacético en la organización y diseño del lardín. Igual de importante es saber las tareas que conlleva el mantenimiento de las praderas-Existen diferentes especies de tapizantes como sustitutos del césped.

El otro jardín
Las plantas no sólo regalan su color, olor y sabor; algunas de sus especies tienen un uso milenario en la curación y prevención de enfermedades de probada eficacia, incluso muchos de los medicamentos tienen como base de su composición una planta. Otro empleo muy común es el
culinano. del que hablan las recetas más antiguas. El jardín también puede ser un lugar de abastecimiento de este tipo de plantas.

El jardín biológico
Las tendencias ecológicas de la sociedad actual respecto al medio ambiente han afectado también
a las actividades del jardín. Estos cambios consisten en cultivar y mantener las especies vegetales
de la forma más natural posible: de ello no sólo se benefician las plantas, sino también el medio ambiente.

Diferencias entre plaga y enfermedad

Antes de comenzar a descnbir las plagas y enfermedades de las diversas plantas, tanto del jardín como del intenor, es importante saber la diferencia entre lo que es una plaga y una enfermedad.

Plaga
Engloba a todos los animales que puedan causar daño en las plantas. Por lo general, son de fácil identificación y tratamiento. Los más dañinos son los insectos, que se pueden dividir en chupadores y masticadores. En función del tipo al que pertenezca la plaga, se aplicará un producto determinado para combatirla.

Tierras arcillosas

Un terreno arcilloso es el que tiene una proporción de arcilla en tomo al 35%. Presenta un aspecto muy cohesionado: en él, las raíces de las plantas tienen más dificultad para desarrollarse y es conveniente, pues, elegir especies con raíces fuertes.
Las más recomendadas son las que aparecen a continuación. Arboles: arce, castaño de Indias, catalpa. melia y ciruelo mirabolano. Arbustos: majuelo, cotoneaster, bonetero y rosal. Plantas herbáceas (plantas de flor): agerato, balsamina, cosmos, dedalera y flox.

Cuidados
El exceso de humedad puede reducirse con la cava o el volteo del suelo y con el aporte de materiales que lo aligeren. La cava disgrega el cuerpo de la tierra, mejorando su aireación. Si después se incorpora materia orgánica y arena. se aumenta la permeabilidad. En caso de que el suelo sea tan compacto que se produzcan encharcamientos. hay que crear una red de drenaje.

Recomendaciones
No hay que crear niveles rehundidos respecto al plano o nivel general del suelo. Plantar, sobre todo las flores y los pequeños arbustos, en zonas sobreelevadas que faciliten la evacuación del exceso de humedad.

El suelo

El suelo es el soporte de las plantas y la fuente de a que obtienen parte de su alimento. Cada especie necesita un terreno con unas características determinadas, pudiéndose modificar en parte. La selección de las plantas debe hacerse no sólo atendiendo a consideraciones estéticas, sino también teniendo en cuenta su mayor o menor adaptación al sustrato en el que se van a plantar.

Tierras arenosas
Se consideran suelos arenosos los que tienen una proporción de arena igual o supenor al 60%. Están formados por tierras muy sueltas. Eliminan el agua con facilidad pero presentan problemas de sequedad. Este tipo de suelos va bien para plantas que procedan de ambientes montañosos o medios rocosos. Algunas especies recomendadas para esta clase de suelos son: arce negundo. ailanto, abedul, pino piñonero -y otros pinos- chopo, falsa acacia, agracejo, brezo -en suelo ácido-, jara, piorno. retama, enebro, mahoma y gayomba.

Aireación
Otra cualidad del terreno se deriva de su mayor aireación. Los suelos arenosos se caldean antes y, por tanto. son menos fríos que los arcillosos. Los efectos del frío sobre las raices son menos intensos, y la brotación se adelanta respecto a la que se produce en suelos más pesados. Por eso, son más apropiados que otros para cultivar en ellos hortalizas.

Cuidados
La facilidad que tiene el suelo para evacuar el agua sobrante hace que se pierdan muchos elementos fertilizantes. Para contrarrestar esta pérdida debe añadirse materia orgánica. Si se quiere conservar la humedad cuando empieza el calor, hay que mantener las zonas plantadas limpias de malas hierbas, y es muy útil el acolchado.

Acolchado
Consiste en disponer una capa de hojas secas o turba al pie de las plantas para aislar del aire la superficie de la tierra y reducir las pérdidas de humedad.

Recomendaciones
Conviene elegir ejemplares pequeños que puedan adaptarse a la carencia de agua. Es mejor adquirir plantas en maceta, y no a raíz desnuda, para que dispongan de una provisión inicial de humedad y nutrientes.

MlCROCLIMAS

El exceso de temperatura en verano se puede evitar poniendo las plantas en emplazamientos frescos. Se trata de aprovechar los llamados microclimas, que son enclaves o posiciones del jardín donde las condiciones generales del clima están algo modificadas.

La semisombra que se crea debajo de un árbol también reduce la temperatura. En esta situación, además, existe un mayor nivel de humedad en el ambiente. Así, por ejemplo, una hortensia crece bien en lugares soleados de la comisa cantábrica, mientras que en el resto de la península Ibérica debe ponerse orientada al norte, o bien a la sombra de árboles o arbustos. Los tutores que sujetan las plantas también crean microclimas. Si se trata de una especie que requiera sol -el tomate, por ejemplo-, es recomendable colocar el tutor del lado norte del tallo. Si, por el contrario, se quiere proteger de un exceso de sol el tallo de un rosal de vara, conviene colocarlo del lado sur. Los rayos del sol poniente pueden causar quemaduras en la parte oeste del tronco de los árboles jóvenes. por lo que interesa colocar el tutor en el lado oeste.

Orientación
Un seto dispuesto en sentido este-oeste crea dos orientaciones, una al norte y otra al sur (onentacion a mediodía). Por su parte, uno plantado en sentido norte-sur establece dos orientaciones: una al este y otra al oeste (a poniente).

Los emplazamientos orientados al norte y al este son menos calurosos. Las orientaciones más frescas son las que se crean al pie de un muro, un seto, o la pared de una edificación que mire al norte. Estos lugares se deben aprovechar para colocar en ellos plantas que rechacen los ambientes calurosos, como el acebo, la camelia, la hiedra o la hortensia. Sin embargo. habrá que tener en cuenta que esa misma ubicación puede resultar demasiado fría en invierno. La orientación este es también más fresca en verano, pero está más expuesta a los efectos del frío en invierno. La oeste, en cambio, es más abrigada en esa época, pero en algunas zonas se recalienta en verano.

MÉTODOS DE PREVENCIÓN

Una de las primeras medidas que se deben tomar para conseguir un buen estado de salud en las plantas es aplicar métodos de cultivo controlados, entre que los cabe destacar los siguientes:
  • Las especies que se tengan en la casa o el jardín deberán estar adaptadas al medio. Es decir, si son de sombra y se ponen al sol, será más fácil que enfermen y vegetarán con mayor dificultad.
  • Las plantas deberán estar bien nutridas, ya que si se encuentran débiles, son más propensas a enfermar.
  • Hay que cultivar las especies adecuadamente según sus características.
  • A la hora de reproducir vegetativamente las plantas (por esqueje) se deberán elegir ejemplares sanos.
  • Es conveniente que las zonas de plantación se encuentren libres de malas hierbas, pues son portadoras de numerosas plagas y enfermedades.
  • En el momento en que surjan los primeros síntomas, habrá que eliminar las partes afectadas y tratar a la planta con el producto que corresponda para cada caso.

Malas condiciones de cultivo y tratamiento

Desde la antigüedad, el hombre conoce ciertas plagas y enfermedades de las plantas que en ocasiones han sido la causa de enormes catástrofes para la humanidad (como las grandes plagas de langosta). Pero en la actualidad, la aparición de productos efectivos, la mejora de las prácticas de cultivo y el surgimiento de especies más resistentes, han ayudado a que estas plagas sean cada día menos importantes. Sin embargo, no es bueno abusar de los productos fitosanitarios pues, en general, son perjudiciales para el medio ambiente.

Cómo podar un seto perenne

1. Durante el primer año. entre octubre y marzo, se reduce la altura de las plantas a un tercio por lo menos. Asi se conseguirá que las yemas básales crezcan vigorosas y compactas, y se impide el desarrollo excesivo.
2. En el segundo año se hace una drástica poda invernal de las ramas laterales más vigorosas para garantizar un desarrollo más tupido.
3. A partir del tercer año, la planta se recortará dos veces durante la estación vegetativa (en mayo y agosto), de forma que el seto adquiera una forma trapezoidal.

Otros grupos de plantas Trepadoras

Como norma general, para la poda de estas plantas se atenderá a las indicaciones dadas en el caso de los arbustos, teniendo en cuenta siempre la época de floración. Dependiendo del tipo de especies y atendiendo a las características que presenten, se hará un tratamiento concreto.
Trepadoras nuevas Una vez realizada la plantación, se recortarán los brotes jóvenes para que produzcan una buena cobertura general. Los tallos más vigorosos se sujetan al soporte, cuidando de no dañarlos, para conseguir una estructura equilibrada. A medida que la planta vaya creciendo, se irán dingiendo los tallos volubles sobre el soporte. A finales del invierno, los brotes laterales se recortarán dejando solamente una yema próxima a las ramas principales. Al año siguiente se repetirá la operación, recortando cada rama por una yema que esté dirigida hacia la zona que interese cubrir. Este procedimiento puede hacerse con la glicinia.

Trepadoras que han crecido con pocos cuidados
Hay que darles una poda de rejuvenecimiento, llegando hasta la estructura principal, para postenormente volver a dirigirlas.
Las podas drásticas producen una pérdida de floración de uno o dos años, pero con los cuidados necesarios de agua y fertilizantes se recuperan de nuevo, como ocurre con el jazmín amarillo.

Trepadoras con órganos de fijación propios
Estas plantas necesitan pocas intervenciones de poda una vez que están ya establecidas. Es importante tener en cuenta que cuando alguna especie se separa del soporte por accidente, es necesario cortar toda la parte desprendida. Los brotes jóvenes desarrollarán de nuevo la planta sobre el soporte. La hiedra es una trepadora de este tipo.

Setos
Un seto puede ser una barrera, una defensa contra el viento, un laberinto o una separación entre los distintos elementos del jardín.

El Clima

El clima determina el desarrollo de las plantas, por lo que, cuanto más se aproximen las condiciones de cultivo a las del medio natural del que proceden, mejor se adaptarán y desarrollarán su valor ornamental. Es tan importante conocer la intensidad de los fenómenos
atmosféricos de una zona como los márgenes de resistencia de cada planta a las manifestaciones del clima.

Factores climáticos
Aunque los ngores del clima marcan los límites en la elección de especies para una plantación, si se conocen algunas técnicas de cultivo que reducen su intensidad, pueden incluirse en el jardín plantas en principio no viables. Los factores climatológicos que más condicionan el desarrollo de las plantas son la temperatura, las precipitaciones, la humedad, tanto del suelo como del aire, el viento y la insolación. Cada planta tiene un nivel de temperatura óptimo para su desarrollo, por encima y por debajo del cual el crecimiento se hace más lento o incluso se paraliza.
La temperatura marca el cumplimiento del ciclo biológico (brotación, floración y fructificación), Los factores más adversos para el cultivo son la sequía y el frío.

La sequía
Otra condición importante en las plantas es su resistencia a la sequía. Aunque las especies que aquí se tratan son las de jardín, con suministro de agua suficiente, el calor del verano impone en las plantas una demanda de agua que no siempre se satisface, a pesar del negó. creando en ellas una situación de necesidad o estrés hídneo, que superan mejor las especies más resistentes a la sequía.

El frío
La resistencia al frío es una característica muy variable entre las plantas del jardín, pero en España la mejor referencia en cuanto al aguante de la mayoría de ellas es la helada.
Se puede ayudar a una planta a la que le falte resistencia colocándola en un sitio abrigado, como puede ser cerca de muros o fachadas de edificios orientados al sur. al pie de setos o de masas de vegetación (si el espacio a resguardo queda orientado al mediodía, la protección es mayor), y en pendientes o taludes inclinados hacia el sur.

Poda de arbustos

Los arbustos tienen un mayor atractivo cuando su desarrollo es natural, por lo que las labores de poda se reducirán a la eliminación de las ramas viejas o enfermas y a descargarles del exceso
de ramificación para darles aire y luz, con lo que mejora su follaje, floración y fructificación.
Para podar correctamente un arbusto lo primero que se debe conocer es la forma que adquiere cuando crece libremente; de esta manera no se deteriorará su estructura original.

Tipos de poda
Antes de podar un arbusto, es fundamental saber cómo florece y en qué estación, para evitar que deje de dar flores durante uno o vanos años. Por lo tanto, se tendrá en cuenta sobre todo una poda: la de floración. Según la época en que aparecen las flores, se diferencian dos grandes grupos:

• Floración verano-otoño
Los arbustos de hoja caduca que florecen en estas estaciones se podan durante
el invierno, cuando no exista riesgo de heladas, o al final del mismo, porque la floración aparece sobre la nueva ramificación que la planta produce durante el ciclo vegetativo del año en curso. Este es el caso de la budleya. que requiere una poda fuerte porque florece sobre madera joven.

• Floración invierno-primavera
Los arbustos de hoja caduca que florecen en primavera se podan inmediatamente después de la floración. Esta labor se reducirá a un acortamiento de las ramas más vigorosas para que la planta tenga tiempo de producir nuevas ramificaciones con las yemas de flor que se abrirán en la primavera siguiente. Es el caso de la forsitia Estas recomendaciones son igualmente válidas para los arbustos de hoja perenne, teniendo en cuenta que algunos de ellos poseen frutos decorativos. Si se podan, desaparecerá el fruto, por lo que se aconseja realizar la poda cada cuatro o cinco años, ya que mantienen un crecimiento anual bastante moderado. Un ejemplo de este tipo de arbustos es el cotoneaster o el durillo.

Cómo podar un árbol

Lo correcto es dar el corte en la rama a cierta distancia del tronco, pero no tanto como para que queden tocones de leño. Si el corte está demasiado pegado al tronco (en el cuello de la rama), habrá más riesgo de pudrición.

Poda de árboles

La belleza de los árboles viene determinada por la constitución y estructura de sus troncos y ramaje. Por lo tanto, la eliminación de ramas es una práctica que habría que llevar a cabo sólo cuando fuera estrictamente necesario. En la actualidad, se tiende a que los trabajos de poda interfieran lo menos posible en la estructuradel árbol, procurando que mantenga su aspecto natural, con una forma equilibrada y un desarrollo armónico. Lo ideal es hacer podas suaves o de mantenimiento continuo.

Tipos de poda
Estética
Con esta poda se trata de conseguir determinados efectos en el árbol y sacarle las mayores posibilidades estéticas. A su vez se subdivide en dos categorías: De formación. Se realiza con ejemplares muy jóvenes y durante los primeros años, con el fin de adecuar su desarrollo a los fines que se persigan de forma y estructura. En el caso de los frutales, esta poda se puede seguir practicando durante toda la vida del árbol.
De conservación. Destinada a mantener, mediante pequeños cortes y podas de limpieza, la forma perseguida. Este tipo de poda se lleva a cabo durante toda la vida del árbol.

Terapéutica
Se aplica como medida preventiva o de curación, cuando el árbol se ve afectado por un problema que pueda impedir su correcto desarrollo. Es el caso de que tenga ramas secas, desgajadas, cruzadas, o que esté afectado por alguna plaga o enfermedad.

Cómo podar una rama

1. El corte no debe ser perpendicular al eje de la rama.
2. Corte demasiado próximo a la yema.
3. Corte demasiado alejado de la yema.
4. Corte bien realizado, tiene que quedar de 0,5 a 1 centímetro por encima de la yema.
5. El corte no debe estar inclinado hacia la yema.

Tipos de poda

Según la época en que se realice, se distinguen dos tipos de poda:
Poda en seco o en parada vegetativa (momento en que las plantas están en reposo). Se realiza durante los meses de otoño-invierno y siempre que no haya peligro de heladas. En las especies de hoja caduca, es en esta época cuando se puede apreciar mejor su estructura y observar las ramas que sobran o que presentan desequilibrios. Poda en verde. Se lleva a cabo durante los meses de primavera o verano. Nunca debe ser muy fuerte. Si se eliminan las hojas, se puede provocar un grave perjuicio a la planta. Esta poda debe consistir en una labor de retoque o apoyo de la antenor.

Tratamiento de la herida
El corte que se realiza con la poda supone para la planta una henda que tendrá que cicatrizar. La curación se produce por medio del labio o callo de cicatrización, que se origina desde el borde de la herida hacia el interior. Este proceso se realiza gracias a la actividad del cámbium, tejido celular que provoca el crecimiento en espesor de la corteza.

TÉCNICAS DE PODA

Antes de comenzar a podar es necesario eliminar aquellas ramas que estén secas, enfermas o malformadas. Los cortes han de cumplir una serie de condiciones:
1. Debe ser un corte limpio, sin machacaduras ni rebabas. El objeto de un buen corte es favorecer la cicatrización y evitar las pudriciones.
2. El corte se dará por encima de una yema sana para que atraiga la savia y se produzca antes la dcatnzación.
3. La dirección del corte será hacia el lado opuesto en el que esté insertada la yema seleccionada. Así se evita que el agua de condensación del roefo o de lluvia se acumule sobre la yema y favorezca el desarrollo de hongos, que provocarían la podredumbre de los tallos.
4. El corte debe quedar en la parte superior, por encima de la yema seleccionada, y en la parte infenor. por encima de la inserción de la yema en la rama.
5. No debe hacerse el corte pegado a la última yema, pues ésta se secaría. Tampoco tiene que ser demasiado alto, ya que el tocón que queda se pudnría y podría afectar al resto de la rama.

Productos para cicatrizar el corte de la poda

En el mercado existen productos con hormonas que aceleran el proceso de cicatrización después de la poda Son sustancias alquitranadas que se aplican sobre las grandes heridas como medida protectora. Para que sean efectivas. hay que emplearlas inmediatamente después de que se haya producido el corte, ya que las esporas de los hongos que provocan las pudriciones están en el aire y podrían infectar la herida. Estas sustancias también se encuentran en forma de spray.

Herramientas

Es esencial que las herramientas para podar sean de buena calidad. A ser posible ergonómicas, ligeras y que cuenten con recambios.
  • Las podaderas de una o dos manos son las que realizan el corte más limpio.
  • Cuando las ramas son gruesas, se puede recurrir a herramientas de mayor envergadura, como la sierra curva, o serrote, y las motosierras.
  • El cuidado de los setos requiere unos útiles especiales: las tijeras recortasetos manuales y el recortasetos eléctrico.
Mantenimiento de las herramientas
Periódicamente hay que afilar las hojas de las herramientas de corte y, sobre todo, desinfectarlas para evitar la propagación de enfermedades. Para ello, se sumergen en lejía al 20%, o bien se rocían y se queman con alcohol de 96° Para limpiarlas, bastará con frotarlas con un paño empapado en petróleo, aceite usado o parafina.

Tipos de injerto

Injerto de aproximación
Consiste en poner en contacto dos ramas o tallos, que permanecen unidos a sus respectivas plantas hasta el momento en que se produce la soldadura. Este injerto se utiliza, por ejemplo, para consolidar setos protectores, pero es con la camelia donde resulta más representativo.
Injerto de la camelia La época más adecuada para realizarlo es en primavera. El portainjerto será una planta de camelia obtenida de semilla de la variedad que interese injertar, debiendo ser de un grosor similar al que presenta el tallo del patrón. De las partes de la rama que se pondrán en contacto se retira una tira de corteza (el corte tiene que ser limpio y se deberádejar una superficie plana). Se unen las dos ramas por los puntos descortezados y se fijan con una cuerda
de rafia o cinta para injerto.

Injerto de púa
En este caso, el injerto que se mete en el patrón es un trozo de rama, con una o varias yemas, sacado de la planta que se quiera multiplicar. Esta modalidad presenta muchas variantes. Se mete el extremo tallado de la ramita en el corte abierto en el portainjerto, sin llegar a introducir toda la zona descortezada: unos tres milímetros deben quedar fue/a, pues ayuda a la soldadura. Con cuerda de rafia o cinta adhesiva de injertar, se cierra la incisión abierta en el portainjertos y en la que ha quedado metida la púa. Finalmente, puede recubnrse la atadura con una impregnación de pasta fungicida.

Injerto lateral de púa
También llamado de costado, es un método sencillo que se realiza en verano, cuando la corteza del portainjerto se separa sin dificultad. Esta variante se emplea con distintas especies de frutales. La ramita a injertar o púa (llamada en pico de flauta o cuña), que debe incluir dos yemas, tendrá una medida de 8 a 10 centímetros. Se corta en forma de cuña el extremo que se introducirá en el patrón, rebajándolo por las caras opuestas del tallo y hacia su centro, y dejando las superficies de ambos cortes lo más planas posibles. Una vez así preparado, se introduce entre la madera y una lengüeta de corteza que se levanta en un lateral del portainjerto. Para finalizar, se recubre el injerto y la lengüeta con una película de pasta fungicida.

Injerto de yema
Cs uno de los tipos más empleados por su sencillez, facilidad de prendimiento y amplio periodo en que puede realizarse, ya que éste abarca todo el tiempo en el que el portainjertos está en crecimiento. Sin embargo, son dos las épocas más apropiadas para llevarlo a cabo: al principio de la primavera y durante los meses de agosto y septiembre. En el pnmer caso, las yemas que servirán de injerto estarán a punto de brotar, y en el segundo se encontrarán descansando y no brotarán hasta la próxima primavera.

Injerto de escudete
Consiste en coger una yema con su corteza correspondiente en forma de escudo. e introducirla bajo los labios de la corteza del patrón, que se han levantado mediante una incisión en forma de T. La práctica del injerto de escudete comprende tres momentos distintos:
  • Obtención del escudete con su yema.
  • Preparación del patrón.
  • Colocación y atado del injerto y el patrón. El injerto en escudete es muy seguro y tiene más probabilidades de éxito si se realiza en los meses de agosto y septiembre. Este método se utiliza sobre todo para los rosales.

El injerto

Es el método de multiplicación más complejo. Se realiza para que reciba el beneficio de alguna característica (vigor, resistencia, etcétera) presente en la planta soporte, pero no en la que se injerta. Existen diferentes clases de injerto, dependiendo del tipo de planta. De hecho, muchas variedades ornamentales, como la camelia y el rosal, tienen en el injerto su única forma de multiplicación.

Labores del interto
El injerto consiste en insertar, una o varias veces, una pequeña porción de una planta en otra, para que se desarrolle y crezca a partir de ella. En este método están presentes dos partes:
  • El portainjerto o patrón. Es la planta soporte que habrá de recibir el injerto y que se mantiene enraizada en un medio de cultivo.
  • El injerto o púa. Se trata de una porción pequeña de planta -yema o trozo de rama- que se mete en el patrón. Para que tenga éxito un injerto, se debe producir una unión muy estrecha entre los tejidos de cada una de las dos plantas que se ponen en contacto. En general, se puede decir que cuanto más parecidas botánicamente sean ambas, más probabilidades habrá de que la unión o soldadura se logre. El injerto se realiza cuando la planta soporte y la que se va a injertar están en un momento concreto de su actividad vegetativa, por lo que esta técnica está su|eta a épocas muy concretas del año para que pueda realizarse. La falta de cuidados de una pfenta que ha sido injertada puede malograr la operación. En los primeros meses, es muy sensible tanto a una excesiva exposición al sol como a la falta de humedad.

Técnicas de poda

Mediante la poda se elimina parte de la vegetación de las plantas con el fin de darles una forma determinada, regular su desarrollo o aumentar el tamaño y número de sus hojas, flores y frutos. La mejor poda es aquella que no se nota; por ello, al practicarla se debe intentar mantener la estructura natural de las plantas.

Conocimientos previos a la poda
Antes de podar una planta es fundamental conocer sus características, ya que cada especie responde de un modo diferente a un mismo tratamiento. La máxima que debe guiar cualquier poda es la de conseguir una armonía entre el crecimiento, la floración y la fructificación; para ello debe existir el correspondiente equilibrio entre las raíces (que absorben la savia bruta) y la parte aérea (que produce la savia elaborada). Las podas drásticas reducen considerablemente la parte aérea y, por tanto, la capacidad de fotosíntesis (transformación de la luz del sol en energía); con ello se retrasa el desarrollo, pues parte de las reservas van destinadas a reemplazar las zonas suprimidas.

La mayoría de las plantas tienen en el extremo de cada rama una yema terminal, que ejerce sobre las demás lo que se conoce como dominancia apical, inhibiendo su desarrollo. Cuando se corta esta yema dominante, se eliminará su preponderancia y las otras laterales crecerán con mayor rapidez Si este proceso se lleva a cabo en herbáceas, se conoce como pinzamiento.

Esquejado de plantas de jardín

La multiplicación de las plantas de jardín a partir de tallos o fragmentos de rama presenta varias modalidades según la naturaleza de la especie a la cual se aplican. Este procedimiento es similar a los empleados con los esquejes de las plantas de interior, pero las épocas de realización están más delimitadas y el tiempo necesario para enraizar, en general, es mayor. A pesar de todo, sigue siendo un método fácil para obtener ejemplares iguales a aquellos de los que se toman los tallos.

Tipos de esquejes
Según la consistencia o grado de endurecimiento del esqueje, se pueden considerar tres tipos:

Esqueje herbáceo
Numerosas plantas de jardín. como los claveles, los crisantemos, el espliego, las fucsias y la salvia, pueden multiplicarse utilizando los extremos de sus tallos cuando todavía están tiernos. Este trabajo puede hacerse en primavera y durante la primera mitad del otoño, cuando las plantas están en fase de crecimiento y desarrollan tallos nuevos; sólo habrá que esperar a que éstos tengan algo de fuerza y consistencia, sin llegar a endurecerse.

Esqueje del crisantemo
  • El esqueje que se planta en primavera es el que da mejor resultado. Se cortan porciones de tallo, de unos 10 o 15 centímetros, del extremo de las ramas de la planta.
  • La tierra a emplear debe ser ligera y porosa, y tener una cierta humedad en el momento de ser utilizada. También existen sustratos ya preparados. Puede valer otro tipo de tierras más consistentes y menos porosas, pero requieren más atención con el riego, y el enraizamiento suele ser más lento.
  • La maceta o contenedor de plástico que se utilice no debe ser muy grande. Pueden ponerse varios esquejes en un mismo recipiente, ya que, a menudo, una cierta apretura entre ellos favorece el agarre; más tarde se trasplantarán.
  • Antes de plantar el esqueje, se le quitarán las hojas inferiores, dejando sólo cuatro o cinco. El extremo
  • a enterrar puede impregnarse en polvo de hormonas de enraizamiento. Se meterá el esqueje en tierra hasta 1/3 de su longitud, y se afirmará bien la tierra en tomo a él. A continuación, se riega.
  • La maceta debe colocarse en un lugar protegido de las corrientes de aire y los rayos del sol, Una temperatura suave, alrededor de 15-18°C, bastará para que enraice el esqueje, cuidando siempre que la tierra no pierda humedad.
  • Esqueje semileñoso
Cuando los extremos de crecimiento de las ramas se engrasan y pierden flexibilidad debido a un cierto endurecimiento de los tejidos. se habla de tallos semileñosos. De éstos también pueden hacerse esquejes, que se denominan semileñosos o de madera blanda, y más comúnmente, estaquillas.

Es el método más utilizado para multiplicar algunas plantas de hoja perenne y otras como la buganvilla, la forsitia, la hortensia y el lilo. Los esquejes se toman de las ramas procedentes del crecimiento de primavera.

Esqueje leñoso
Este tipo de esqueje, también llamado de madera dura o estaca, se realiza normalmente con árboles y arbustos de follaje caduco. Los esquejes se toman cuando aquéllos han perdido las hojas, a mediados o finales de otoño.

Cómo se consigue un esqueje leñoso
  • Se corta de las ramas que tienen un año o algo más de edad. Debe tener una longitud de 20 a 30 centímetros e incluir, al menos, dos yemas. El corte para separar el esqueje de la rama tiene que hacerse limpio y en oblicuo, justo por debajo de una yema. También se puede cortar la estaca de forma que se lleve consigo una porción de madera de la rama en la que estaba inserto. En este caso se habla de estaca con talón. No deben escogerse ramas con entrenudos muy largos.
  • Este tipo de esqueje se puede poner en una maceta o directamente en la tierra. Se colocará en un rincón del jardín algo sombreado para que enraice, de donde se llevará más tarde al emplazamiento definitivo.
  • La mejor tierra para poner el esqueje será franca, es decir, de consistencia media, permeable por la presencia de arena y, a la vez, sustanciosa Es lo que se llama una buena tierra de jardín, esto es, aquella que lleva tiempo recibiendo el beneficio de las enmiendas, los abonados y las labores que conlleva su cultivo.
  • Hay que plantar el esqueje con una cierta inclinación, y afirmar la tierra alrededor para que se adhiera bien a él. A continuación, se riega. La estaca deberá permanecer donde se plantó hasta el otoño siguiente, cuando podrá trasplantarse. Durante todo ese tiempo, la tierra tiene que estar bien húmeda y limpia de malas hierbas.

CÓMO FAVORECER EL ESQUEJE

El acierto en la multiplicación de plantas por esquejes puede ser mayor si se siguen las siguientes recomendaciones:
  • Hay que utilizar siempre esquejes tomados de plantas sanas y fuertes.
  • Las macetas o contenedores donde vayan a ir deberán quedar más bien justos respecto al tamaño de los esquejes. ya que en muchas ocasiones la proximidad de la pared del recipiente hace posible que se acelere el enraizamiento.
  • El uso de hormonas especiales de enraizamiento ayuda también en esta práctica.
  • La aplicación moderada de calor en la parte inferior de la maceta favorece la aparición de raíces. Los radiadores caseros podrían servir para este fin siempre que no resequen demasiado la tierra.

Esqueje de hoja

En algunos casos, las secciones de hoja también permiten multiplicar una planta. Puede hacerse de varias maneras, según la especie.
El esqueje de hoja que se hace con las begonias de follaje, como la Begonia rex, es diferente. La hoja se divide en trozos de forma cuadrada o triangular, de manera que coincida el paso de una nervadura foliar en alguno de los ángulos de esas porciones. A continuación, se meten estos trozos en tierra. La misma hoja de begonia (Begonia rex) puede plantarse de otra manera, tal y como se indica en el Poso a paso.

Los abonos minerales

A diferencia de los abonos orgánicos, los minerales actúan de manera más directa, es decir, pueden ser asimilados por las plantas sin sufrir una transformación previa. También resultan más ricos en principios fertilizantes, pero, en cambio, tienen un papel casi nulo en la modificación de las propiedades físicas del suelo. Los minerales que mayor beneficio aportan a las plantas son el nitrógeno, el fósforo, el potasio y el hierro.

Propiedades de los abonos minerales
El aporte de cualquiera de los minerales citados a continuación influye en el buen desarrollo de las plantas, y su carencia repercute en la salud de éstas.

Nitrógeno (N)
Propiedades: la planta lo consume en grandes cantidades y por él tiene verdadera necesidad. Su aporte favorece un rápido crecimiento de las hojas. los tallos y los brotes. Carencia: la falta de nitrógeno se observa cuando la planta pierde vigor en el crecimiento, presenta escasez de follaje y las hojas viejas están amarillas.
Ahora bien, el exceso de este mineral puede ser tan perjudicial como su defecto, ya que puede producir un crecimiento exagerado, formando plantas débiles y. por tanto, propensas a las plagas y enfermedades.

Fósforo (P)
Propiedades: favorece la formación de flores y frutos y estimula el crecimiento de las raíces, ayudando así a que la planta arraigue en primavera. Carencia: cuando las hojas presentan los bordes secos y un color entre violeta y castaño, así como escasa producción tanto de flores como de frutos, además de atrofia y raquitismo de las raíces, existe carencia de fósforo.