Lucha biológica

Si se eliminan fos parásitos sistemáticamente con insecticidas, también se están destruyendo otros insectos útiles para el jardín. En el cultivo natural se reducen al mínimo los tratamientos químicos, permitiéndose el uso de preparados a base de sustancias vegetales o minerales, ya que tienen pocos efectos secundarios en suelos, plantas y animales.

Plagas
Dependiendo del tipo de plaga, se puede recurrir a tratamientos naturales para combatirlas.

Pulgones
Además de combatirse con el caldo de ortiga, los pulgones pueden eliminarse con una emulsión de acerté vegetal: para 10 Irtros de agua son necesanos 200 gramos de aceite vegetal (oliva, maíz o girasol, pero no aceite de palma), 50 gramos de lecitina de soja y 20 gramos de jabón de potasa. Los ingredientes deben mezclarse bien, si es posible con una batidora eléctrica Esta solución también es bastante eficaz para eliminar los ácaros y la cochinilla algodonosa, Provoca la muerte del insecto en menos de una hora, pero su efecto dura sólo unas seis horas. No se deben hacer más de tres aplicaciones seguidas y nunca a pleno sol, ya que las hojas de algunas plantas pueden resultar dañadas (hacer antes una prueba).

Cochinillas
Uno de ios tratamientos más eficaces se realiza con 10 litros de agua, 100 gramos de jabón de potasa y 100 centímetros cúbicos de petróleo. El jabón y el petróleo se tienen que mezclar poco a poco hasta conseguir una emulsión homogénea; después, se añade el agua. Es importante pulverizar en invierno sobre rosales, arbustos y frutales de hoja caduca.

Araña roja y otros ácaros
Hay que preparar una infusión con hojas, tallos y flores desmenuzadas de tanaceto a razón de 30 gramos de planta fresca o tres gramos de seca por litro de agua. La infusión se deja tapada de 12 a 24 horas. Después, se filtra y se pulveriza sin diluir sobre las plantas.

Mosca blanca
Se puede utilizar un preparado mineral con sulfato de aluminio en una proporción de 20 gramos por litro. Se disuelve pnmero el sulfato en un poco de agua y después se añade el resto de líquido. Se pulveriza sobre las plantas atacadas. Sirve también para eliminar las cochinillas.

Orugas
Para combatirlas se emplean tallos y flores de artemisa en dosis de 150 gramos de planta fresca o 15 gramos de seca por litro de agua. Se prepara un purín de 12 días y se diluye al 20%. La pulverización debe hacerse en primavera.

Otras plagas Caracoles y babosas
Con las hojas del ruibarbo se prepara un purín a razón de 150 gramos por litro de agua. Se aplica sin diluir, rociando el suelo alrededor de las plantas. También se puede hacer un acolchado con agujas o corteza de pino, o repartir ceniza de leña o harina de algas alrededor de las plantas.

Ratones y topos
El purín de saúco es muy efectivo para ahuyentar a estos animales. Se utiliza sin diluir, regando con el líquido los nidos y las galerías que éstos fabrican. También resulta útil la plantación de euforbia y corona imperial.

Enfermedades
Para prevenir y combatir las enfermedades de las plantas, también existen alternativas naturales.

Oidio y mildíu
Se combatirán con una decocción al 20% de cola de caballo, a razón de 150 gramos de planta fresca o 20 gramos de seca por litro de agua. Se desmenuzan las plantas quitando la raíz y se ponen a remojo en agua fría durante 24 horas; después, se hierven alrededor de 20 o 30 minutos. La cocción se dejará enfnar tapada antes de filtrarla. Para potenciar su efecto se puede añadir silicato de sosa en dosis de 5 a 10 gramos por litro de líquido diluido. Se pulvenza sobre las plantas cada 10 o 15 días. En caso de ataque se aplicará durante tres días consecutivos. siempre a pleno sol.

Soluciones para otras enfermedades criptogámicas
La milenrama es muy eficaz para combatir este tipo de enfermedades. Se ponen las flores a macerar en agua fría a razón de 20 gramos por litro de agua. El proceso debe durar un mínimo de 24 horas y un máximo de tres días, transcurridos los cuales se filtra el líquido y se diluye al 10%. El permanganato potásico inhibe la formación de hongos y desinfecta las semillas. Se aplica en dosis de 0.5 a 1.5 gramos por litro de agua.

Xerojardinería

La xerojardinería es un tipo de jardinería basada en el cultivo de plantas capaces de presentar un óptimo crecimiento y valor ornamental con un bajo consumo de agua. Ya en la España musulmana, seguramente condicionados por la escasez de agua en ciertas regiones, utilizaban este tipo de cultivo racional.

Elección racional de las especies
Una adecuada selección de las plantas es fundamental si se quiere economizar el agua de riego. La forma de reconocerlas es sencilla, pues presentan unas características comunes que determinan su capacidad para soportar periodos de sequía.
  • Son especies de hojas pequeñas, que evitan un exceso de transpiración (tamarindo, santolina).
  • Tienen recubrimientos céreos o tomentosos, que dan a las hojas un color gris que refleja la luz y reduce la transpiración (flomis, salado espliego).
  • Sus raíces son potentes y presentan tejidos acumuladores de agua (uña de gato, sabina). Para hacer una correcta selección, es conveniente tomar como modelo la flora natural de la zona, que indicará el tipo de suelo, el régimen de lluvias y las temperaturas. La península Ibérica es un área muy rica en plantas de xerojardinería: jara, gayuba, retama, sabina, palmito, etcétera. Sin embargo, existe cierta tendencia a la continua repetición de especies como la lavanda el romero, la santolina o el tomillo, renunciando a la necesana diversificación,
  • Un grupo de especies de gran importancia en la jardinería mediterránea son las plantas cobertoras o tapizantes. Sus beneficios son evidentes: reducen la evaporación del agua en el suelo; limitan la aparición de malas hierbas, disminuyen las necesidades de mantenimiento y son un buen sustituto de la pradera.
Reducción de las zonas de pradera
La xerojardinería no está en contra de las praderas, aunque tiende a limitar su superficie, ya que son las áreas del jardín que más agua consumen. En general, deben reducirse a la superficie imprescindible y utilizar hierbas rústicas de gran resistencia a la sequía. Estos tipos de césped son menos exigentes en abonados y. aunque su crecimiento es más lento, el tiempo dedicado a su mantenimiento es menor. Las áreas restantes se pueden cubrir con plantas tapizantes o áridos.

Sistemas de riego por GOTEO
Para adaptar el jardín a la xerojardinería se utilizan sistemas de riego que reducen considerablemente el consumo de agua, creando un espacio verde tolerante a la sequía El sistema más apropiado es el negó por goteo, que aporta cuatro litros de agua por hora, consiguiendo ahorros de entre el 35 y el 50% en comparación con el negó por aspersión. Este método humedece únicamente la parte del terreno ocupada por las plantas; así, se aprovecha mejor el agua y, de paso, se reduce la aparición de malas hierbas. Sólo las pequeñas zonas destinadas a césped deben ser regadas con difusores o aspersores emergentes.

Mantenimiento
  • Se evitarán las podas drásticas, ya que la eliminación de material vegetal provoca la aparición de nuevos brotes que tendrán mayores necesidades hídricas.
  • En las épocas más calurosas del año, se debe abonar con moderación, especialmente en lo que se refiere al nitrógeno, pues cuanto mayor sea la cantidad de abonados más grandes serán sus requenmientos de agua.
  • Son aconsejables los acolchados, ya que evitan un exceso de evaporación y disminuyen la apanción de las malas hierbas. Uno de los más usados en xerojardinería es el de corteza de pino.
  • Dado que el viento puede provocar un aumento de la transpiración de las plantas, se implantarán pantallas vegetales de protección.
  • En cuanto al césped, se recomienda no segarlo a menudo ni a baja altura para evitar su crecimiento y la transpiración del suelo.

Otro manejo de la tierra

Para trabajar el terreno, actualmente existen
numerosas técnicas o escuelas alternativas
respetuosas con la naturaleza y el medio
ambiente. Cada aficionado a la jardinería debe buscar el método de trabajo que le resulte más útil y cómodo de acuerdo con la zona climática donde se encuentre, la superficie disponible y el tiempo que le pueda dedicar a su mantenimiento. Un método fácil de aplicar en la preparación y mejora del terreno es el acolchado.

Los Nuevos Cultivos
Todas las técnicas que se nombran a continuación han surgido gracias a la creciente inquietud en todo el mundo por el deterioro del medio ambiente.
Estos métodos tienen puntos en común y están basados en las prácticas utilizadas tradicionalmente por los labradores.

Cultivo bioorgánico
Es el procedimiento más utilizado en la actualidad y se basa en la cadena biológica suelo-plantas-animales-hombre. Esta forma de cultivo prescinde del uso de abonos artificiales y pesticidas, y rechaza el arado de la tierra proponiendo el empleo de la laya para soltarla.

Cultivo biodinámico
Este método está basado en la antigua comente filosófica de la antroposofía, cuyo principal propósito consiste en que la cadena biológica formada por el suelo, las plantas y los animales permanezca lo más cerrada posible. El hombre y el cosmos deben estar integrados en esa cadena natural, aprovechando las fases lunares. Al contrario que en los cultivos bioorgánicos, la tierra se ara para abnria a las influencias cósmicas.

Cultivo natural
Su origen es japonés y sus objetivos son la "no acción" y un retomo a la naturaleza rechazando el cultivo científico. Se trata de un método sencillo y económico, que prescinde del laboreo de la tierra, la escarda, el abonado y la poda.

Técnica del acolchado
La concentración de microorganismos en el suelo lo enriquece y lo hace fértil para el cultivo. Esta población microscópica es muy abundante en la superficie y va disminuyendo a medida que aumenta la profundidad, hasta desaparecer a partir de los 15 o 20 centímetros para dejar paso al reino mineral. Por tanto, son las primeras capas de humus las que producen los nutrientes para todos los vegetales, incluso para los grandes árboles. A continuación se desarrolla un ejemplo práctico de preparación y mejora del suelo por medio de un método de acolchado. Puede aplicarse fácilmente en el jardín o el huerto, así como adaptarse al cultivo en maceta.

Si se quiere plantar árboles y arbustos, es recomendable hacerlo antes de realizar
el acolchado.

No se debe cavar o nivelar el terreno. Sin embargo, al diseñar el jardín, se procurará que los caminos, terrazas y otras zonas sin plantación queden unos centímetros por encima del nivel del suelo para poder añadir una buena capa de acolchado y aprovechar mejor la lluvia o el agua de riego. La maleza debe segarse, pero los restos tienen que dejarse sobre la tierra.

El acolchado se puede hacer en cualquier época del año. pero es preferible que el suelo esté húmedo; si el terreno está muy seco, hay que regarlo y extender luego una capa de abono orgánico rico en nitrógeno (estiércol de gallina, harina de huesos).

A la hora de realizar el acolchado (seguir las instrucciones del Paso a paso), debe cubrirse totalmente la superficie para impedir el crecimiento de malas hierbas; a continuación hay que regarla muy bien, aunque lo mejor es mojar previamente los materiales que se vayan a utilizar.

Cuando se quiera incorporar al terreno plantas pequeñas (vivaces, bulbosas, hortalizas de semillas grandes) habrá que agujerear el acolchado y romper la capa de papel con cualquier utensilio punzante. En cada agujero hay que echar dos puñados de tierra y colocar la planta, compactando bien el interior.

Durante el primer año habrá que regar el terreno frecuentemente, pues los hongos y las bacterias que están en la base del acolchado crecen con lentitud. Una vez al año, se añadirán compost y materiales secos para mantener el acolchado en buenas condiciones.

Recomendaciones
  • Es conveniente planificar este trabajo empezando por una superficie no demasiado grande e ir ampliando poco a poco el terreno de cultivo hasta cubrir la zona deseada.
  • Dependiendo de la mayor o menor nqueza del suelo y de la facilidad para conseguir los materiales necesanos. se podrán variar tanto el número de capas aconsejadas como su grosor.
  • La técnica descrita es suficiente para evitar el uso de fertilizantes artificiales.

Elaboración del compost

El compost es un abono que se obtiene de la descomposición de materia orgánica. Igual que un bosque forma cada año al pie de sus árboles una tierra oscura y fértil, en el jardín también se puede preparar un sustrato, el compost, para enriquecer el terreno. Para ello sólo habrá que reunir los materiales necesarios para que se descompongan, después serán los invisibles organismos del suelo los que se encargarán de realizar esa transformación.

Materiales necesarios
  • La materia base son los residuos vegetales que produce el jardín: hojas secas, restos de siega, malas hierbas, flores marchitas, restos de poda, etcétera.
  • Las plantas afectadas por alguna enfermedad o plaga deben desecharse; además, es aconsejable quemarlas.
  • Los desperdicios de la comida que se generan en el hogar también son muy útiles. Si la proporción de materia vegetal es bastante mayor que la de los restos de la cocina, el montón no dará olores; además, el nitrógeno que se aporta con ellos sirve para acelerar la transformación.
  • El papel viejo también vale.
Formación del compost
  • La forma más habitual de elaborar el compost es hacer un montón con los materiales de los que se disponga. El otoño es un buen momento, ya que se genera un volumen grande de hojas y restos de poda y suele crearse la humedad necesaria para que la descomposición se produzca; además, el compost estará listo para la primavera. Los restos vegetales que se produzcan más tarde pueden echarse por encima del montón o apartarse hasta que se prepare otro.
  • El montón debe hacerse en un lugar poco visible y en contacto directo con la tierra (sin láminas de plástico debajo). En primer lugar, se depositará en el suelo una capa de unos 30 centímetros con los desechos. Después se añadirá encima otra de tres a cinco centímetros de mantillo, compost ya hecho o buena tierra de jardín; si a esta capa se le aporta harina de hueso, de pescado o cualquier producto neo en nitrógeno (también puede echarse algo de caliza), la transformación será más rápida. Se irán aftemando sucesivamente estas capas hasta conseguir una attura aproximada de 1.5 metros. Finalmente, se recubre el montón de térra y, si se ve poco húmedo, se nega.
  • El secreto para una descomposición correcta consiste en que el montón se mantenga bien aireado y húmedo, pero sin llegar a estar mojado.
  • Pasados dos meses, se removerá; al apilarlo de nuevo, el material que estaba en la parte exterior debe quedar dentro, y viceversa.
  • En un penodo de tres a seis meses (el tiempo de formación depende de los materiales empleados y del clima de la zona) se obtendrá una tierra oscura, fresca y con olor a bosque: el compost
Aplicaciones
  • En primavera, el compost se puede utilizar como acolchado, repartiéndolo al pie de los árboles, arbustos y plantas vivaces: así se mantendrá mejor la humedad de la tierra durante el verano.
  • Los restos gruesos, como ramas o cascaras de frutos secos, que no se hayan descompuesto lo suficiente durante el tiempo de reposo deben separarse para, incorporados a un nuevo montón.
  • Mezclado con turba y arena, el compost es un sustrato muy bueno para las plantas de interior. Para ello se debe cribar previamente el volumen que se vaya a utilizar, de forma que tenga una textura más uniforme.
  • Hay algunas plantas, como la calabaza y el calabacín, que admiten ser cultivadas
    en el mismo montón de restos cuando éste aún no ha terminado de transformarse.
  • Humedeciendo el compost con una disolución de ortiga se acorta su tiempo de elaboración, a la vez que se enriquece.

El jardín biológico

El jardín biológico representa un enfoque diferente que, sin renunciar a la estética, afecta a la elección de especies y a las técnicas de cultivo. Se trata de conseguir un espacio sano y fácil de cuidar, utilizando métodos no agresivos que estén en armonía con los ritmos de la naturaleza.

Influencias en el cultivo
La tendencia a cultivar el jardín respetando el medio ambiente está cada vez más extendida, Se trata de aplicar métodos, muchos de ellos olvidados o desplazados por anticuados, menos agresivos que. por ejemplo, los productos químicos o la sofisticada maquinaria utilizada en la actualidad. Los factores ambientales pueden jugar a favor o en contra en el cultivo de las plantas, pero también es posible aprovechar su influencia para mejorar el desarrollo de las especies. Éste es el caso de los efectos de la luna, que un cultivo biológico tendrá siempre en cuenta técnicas de cultivo alternativo

Para cuidar el jardín respetando el medio ambiente, pueden existir tantas técnicas como las que resulten de la expenenda y la práctica de quien quiera realizar un cultivo biológico. No obstante, se pueden enumerar algunas prácticas alternativas a los cuidados básicos de las plantas.

Abonado
Para enriquecer la tierra no es imprescindible usar productos químicos, ya que pueden perjudicar el suelo. Una alternativa consiste en aportar la matena orgánica necesaria para que la planta se alimente equilibradamente, añadiendo a la tierra restos de hojas o estiércol.

Tratamiento del terreno
Los trabajos que requieren un esfuerzo y que muchas veces resultan nocivos para el suelo, como el laboreo profundo de la tierra o la escarda, se pueden sustituir por un buen acolchado, que evitará el crecimiento de las malas hierbas y favorecerá el aumento de la vida animal, contribuyendo a una mejor aireación del terreno.

Fumigación
Los insecticidas y los pesticidas tradicionales pueden sustituirse por productos naturales, económicos y fáciles de aplicar. Un ejemplo es plantar especies vegetales que contienen esencias que repelen insectos.

Riegos
La alternativa a un consumo má racional del agua sena un cultive con pocos requerimientos hídricos. La xerojardinería permite un considerable ahorro de agua por medio de distintos procedimientos, como puede ser la elección de especies .

La Luna y las Plantas
Aunque oficialmente la ciencia no se ha pronunciado a favor de la influencia de la luna sobre las plantas, son numerosas las creencias y las prácticas agrícolas basadas en las fases lunares. Es sabido que la luna refleja la luz del sol sobre la tierra; aunque se piense que esa luz es débil, en muchos casos es más efectiva que la del sol, ya que tiene un poder mayor de penetración en el suelo y estimula la renovación celular. lo que favorece, por ejemplo, la germinación de las semillas y la cicatrización de las heridas debidas a la poda En cambio. los rayos solares sólo penetran los pnmeros centímetros de la capa terrestre. Estas creencias han dado lugar a la aparición de dos caléndanos lunares.

Calendario lunar tradicional
Identifica el periodo que va de la luna nueva a la llena (cuarto creciente) como el más favorable para realizar los trabajos relacionados con el crecimiento de las plantas. Asimismo, en el periodo que va desde la luna llena hasta la nueva (cuarto menguante) se efectuarán las operaciones relacionadas con el suelo, la poda de árboles y la recolección.

Calendario lunar sideral
Se basa en los resultados obtenidos en numerosos ensayos realizados por cultivadores biodinámicos. sobre todo en Alemania. Se trata de un calendano muy completo sobre las labores agrícolas que, además de las fases lunares, tiene en cuenta la posición de la luna cuando en su recorrido atraviesa las 12 constelaciones del zodíaco.

Calendario lunar tradicional Cuarto creciente
  • Siembra y trasplante de las hortalizas de fruto y de las de hoja de siembra directa
  • Siembra y trasplante de las plantas aromáticas y ornamentales, excepto bulbos y momas
  • Trasplante de árboles, arbustos, setos y esquejes enraizados.
  • Injertos de escudete y poda de los arboles menos vigorosos.
Cuarto menguante
  • Siembra y trasplante de hortalizas de hoja que necesiten semillero, de raíz, bulbos y tuberos.
  • Abono de frutales. Preparación del terreno para nuevos cultivos
  • Recogida de frutos, poda de rosales, poda verde y de invremo
  • Plantación de bulbos y rizomas.
  • Injertos de corona y yema.

Plantas culinarias

La relación de las plantas con la alimentación ha sido siempre muy estrecha, y de los diferentes usos que se les ha dado a las hierbas, posiblemente sea éste el que se ha mantenido imperturbable a lo largo de la historia. A pesar de que algunas plantas pueden constituir un alimento en sí mismas, habitualmente se usan como complemento o aditivo para conservar o mejorar el sabor de las comidas en guisos, ensaladas y postres.

Hierbas más habituales en la cocina
Albahaca. Es una planta muy ramificada, con hojas ovaladas y flores blancas o rosadas agrupadas en ramilletes terminales. Requiere suelos húmedos pero bien drenados, mucha luz
y protección contra el viento. Las hojas, frescas o secas. se emplean en salsas. ensaladas de tomate, platos con berenjenas y calabacines, y también con sopas y pasta.

Laurel. Es un árbol de hojas perennes y aromáticas que puede alcanzar los 15 metros de altura. Requiere suelos neos, con cierta humedad y resguardados. Es preferible situarlo a media sombra. Sus hojas se utilizan para realizar numerosos estofados y guisos; también se emplean en postres, como las natillas.

Menta. Necesita suelos ricos en sustancias orgánicas y permanentemente húmedos. Al llegar el otoño, conviene podar las plantas al ras. Se utiliza en repostería y para hacer licores y salsas, aunque también se usa para aderezar patatas, verduras y guisos de carne. Una de las variedades más aromáticas, la menta piperita, se emplea para fabncar perfumes y dentífricos aunque también se utiliza como planta medicinal para combatir los problemas digestivos y de vesícula.

Orégano. Es una vivaz con una parte leñosa y otra herbácea. Sus hojas son ovaladas y sus flores, rosas. Se puede reproducir por división de mata. Requiere un suelo ligero, moderadamente fértil. y exposiciones muy soleadas. Los brotes jóvenes y las hojas frescas constituyen un ingrediente ideal para ensaladas, guisos sopas. salsas y patés Las hojas secas constituyen un acompañamiento perfecto, junto al aceite, para el tomate, las berenjenas y los calabacines

Perejil. Planta bianual con unas características hojas triangulares irregularmente dentadas. Se puede sembrar al final de la primavera, en verano o, incluso, en otoño. Requiere suelos bien abonados y negos frecuentes. En invierno, es aconsejable protegerlo del frío Fresco o seco, el perejil acompaña a cualquier plato: sopas, salsas, carnes, aves. pescados y verduras.

Romero. Necesita sustratos arenosos con algo de abono, ligeros y muy bien drenados, así como exposiciones soleadas y protegidas.
Constituye un condimento habitual para los asados y las carnes grasas como el cordero. También se emplea para aromatizar sales, aceites y vinagres.
Salvia. Es un arbusto de unos 60 centímetros de altura, con hojas aromáticas y flores en espigas de color azulado. Se desarrolla bien en suelos drenados y exposiciones soleadas. Es sensible al viento y las heladas.
Se emplea en salsas, rellenos de aves y platos de cerdo. Sus hojas y flores tienen propiedades digestivas, antitranspirantes y antidepresivas.
Tomillo. Crece bien en suelos arenosos a pleno sol y no soporta el exceso de humedad.
Las hojas, frescas o secas, se emplean en la preparación de carnes, pescados, setas y salsas, y los tallos, para dar sabor a ensaladas, quesos y sales. El tomillo se utiliza como planta medicinal contra los problemas estomacales. Además, su esencia, llamada timol, sirve para fabricar perfumes.

Cuidados y conservación
Las plantas culinarias se desarrollan en ambientes diversos y tienen características específicas de cultivo, si bien éste resulta muy sencillo. Conviene seleccionar las especies de acuerdo con las condiciones ambientales y, siempre que se pueda, mantenerlas cerca de la cocina. Algunas se pueden plantar en macetas.

El abonado tiene que ser muy ligero, pues el exceso de nutrientes puede afectar al contenido de sus principios activos. No obstante, este aspecto depende también de la parte de la planta que
se aproveche: si son las hojas, el abono ha de ser rico en nitrógeno; si son la flores, en fósforo; y si son los frutos, en potasio.

En caso de que se produzcan plagas o enfermedades, lo ideal es tratar las plantas con productos de tipo biológico. aunque su alto contenido en esencias actúa como repelente de hongos e insectos y como inhibidor del desarrollo de malas hierbas.

El método que se utiliza normalmente para su conservación es el secado al aire en un lugar cálido y ventilado. Esto permite emplearlas en cualquier época del año, aunque sólo mantienen sus cualidades durante un corto periodo de tiempo.

Plantas de follaje coloreado

Las variedades con hojas coloreadas ofrecen una alternativa interesante al género de las plantas de hoja verde. Dentro de las especies de interior, este grupo se caracteriza por ofrecer un gran número de ejemplares con hojas de distintos y llamativos colores, formas y tamaños.

Especies Begonia
La mas llamativa pertenece al grupo de la Begonia rex. Destaca la variedad 'Merry Christmas', con el borde de las hojas de color verde esmeralda (a veces verde grisáceo) y con el centro rojo. Alcanza una altura de 25 a 30 centímetros. En verano debe situarse a la sombra, pero en invierno puede soportar algunas horas de sol. Si las hojas pierden color en primavera, deberá cambiarse a un recipiente más grande con una mezcla de turba y arena al 50%. Se puede reproducir por esqueje de hoja, ya que enraiza fácilmente.

Caladio
Planta de hojas grandes y llamativas, con distintos tonos de verde, rojo y crema Necesita calor, si es posible por encima de los 20°G Requiere una iluminación moderada lejos de la luz del sol. Se reproduce por división de tubérculos, que se plantarán en turba húmeda a 19 o 20°C

Coleo
Se conoce también como 'ortiga de fuego' por el borde dentado de sus hojas y su color rojo. Es muy fácil de cultivar. Necesita mucha luz. pero hay que tener cuidado con sol en verano. Las temperaturas en invierno no deben bajar de los 10°C Si el agua del grifo es dura, conviene regar con agua de lluvia. Para mantener la planta compacta hay que pinzar regularmente los brotes terminarles, eliminando los tallos de flor cuando aparezcan. Se debe fertilizar con abonos neos en fósforo, y se multiplica fácilmente por esqueje de tallo en pnmavera o verano.

Crotón
Sus hojas tienen formas variadas y una amplia gama de colores (amarillo, verde oscuro, naranja, rojo). Al igual que para la mayoría de estas plantas, es necesario que el sustrato esté siempre húmedo. Requiere exposiciones muy luminosas. La temperatura deberá oscilar entre los 13°C en invierno y los 25°C en verano. Es una planta bastante tóxica, sobre todo el látex que exuda por las heridas. Se reproduce por esqueje de los extremos de los tallos laterales en primavera, siempre que la temperatura no sea inferior a 24°C

Cuidados
Es difícil dar pautas de cultivo para todas las plantas de follaje coloreado, pero se pueden seguir las siguientes recomendaciones:

Sustrato
Una buena mezcla de cultivo para estas plantas suele ser un compuesto a partes ¡guales de turba arena y tierra vegetal rica en matena orgánica.

Iluminación
La mayoría precisa de una iluminación intensa, pero pocas especies soportan la luz directa del sol.

Temperatura
Debe oscilar entre un mínimo de 10 a 13°C en invierno y un máximo de 24 a 25°C en verano.

Humedad
Es necesario mantener el sustrato siempre húmedo, sobre todo durante la época de crecimiento vegetativo, que va desde la primavera hasta finales del otoño. Durante el invierno hay que
regar poco, a ser posible con agua tibia. También es muy importante mantener el ambiente
húmedo alrededor de la planta. Algunas especies agradecen la pulverización directa sobre las hojas (crotón), pero a otras les perjudica (begonia). Hay que tener mucho cuidado con las comentes de aire.

Abonado
Es conveniente aplicar un fertilizante, líquido o granulado, cada dos o tres semanas durante el período vegetativo.

Plagas y enfermedades
Los ataques más frecuentes son la araña roja, la cochinilla algodonosa y las infecciones por hongos. La mayoría se suelen solucionar corrigiendo las deficiencias de cultivo. De no ser así, será necesano aplicar un tratamiento frtosanitario adecuado.

Usos
Las especies de hojas coloreadas se pueden utilizar como ejemplares aislados o agrupadas con otras plantas de flor cuyos tonos sean similares a los del color dominante de las hojas. Por ejemplo, el caladio de hojas crema y toques rosados combina muy bien con el amarilis rosa pálido.

Plantas de interior

Muchas plantas no soportan las temperaturas del invierno al exterior, por lo que han de cultivarse en ambientes cerrados, más o menos climatizados son las especies denominadas de interior. Esta calificación depende, sobre todo, de factores climáticos; así, plantas como la kentia o el ficus, consideradas de interior en muchas zonas de España, son ejemplares de jardín en la franja litoral andaluza o en el territorio insular.

Diversidad
En las plantas de intenor se aprecian diferencias respecto a sus características formales:

Fisonomía
Las conformaciones más habituales entre este tipo de plantas son: arborescentes (tienen un gran desarrollo e incluso muchas especies en su medio original son árboles), como el ficus; trepadoras, como el singonio; arrosetadas, como las bromelias, y matosas (plantas de desarrollo bajo y bastante denso), como la maranta.

Tamaño
El intervalo de altura y volumen de estas plantas, en interior, puede quedar representado por especies tan distintas como la kentia, palmera que alcanza un desarrollo de 2.5 a 3 metros de altura y dos metros de diámetro; la gardenia. arbusto de un metro de altura y anchura; el nefrolepis, helécho que puede medir 40 o 50 centímetros de ancho y poseer una altura de 30 centímetros, y la peperomía, planta que tiene entre 20 y 25 centímetros de altura y diámetro.

Hojas
El abanico de posibilidades es muy extenso: grandes (monstera) y pequeñas (fitonia); verdes (filodendron) y coloreadas (caladio); enteras (alocasia) y recortadas (aralia).

Flores
También muestran una gran variedad: grandes (espatifilo) y pequeñas (ceropegia); agrupadas (violeta africana) o solitarias (gardenia); con olor (estefanotis) y sin él (chvia).

Clasificación
Dentro del con|unto de las plantas de interior predominan los siguientes grupos botánicos: Bromelias. Poseen hojas recias, dispuestas en rosetas, y flores de diferentes colores que surgen del centro de la planta. Un ejemplo es la guzmania. Ficus. Los tipos más extendidos en cultivo son los de gran desarrollo, con hojas amplias y lustrosas, como el ficus benjamina y el ficus hoja de lira.

Heléchos.
Conformados como rosetas de hojas de aspecto delicado que crecen desenrollándose desde el centro. Un ejemplo es el nefrolepis. Orquídeas. Se reconocen por sus curiosas flores, diferentes en cada especie pero con una misma estructura. Un ejemplo es el lycaste.

Cactus.
Su rasgo distintivo es el escaso desarrollo en comparación con las especies de exterior, como el cactus candelabro.

Otros grupos
Hay otros grupos que no se corresponden con ninguna sección botánica, sino con distintas formas de desarrollo:

Trepadoras.
En interiores se sustituyen los troncos donde se encaraman en su habitat natural por soportes artificiales, como es el caso del potos.

Colgantes.
Ven cambiadas por contenedores aéreos las ramas de los árboles donde crecen de forma natural.
Un ejemplo es el aeschinantus.

Plantas de hojas coloreadas.
Presentan bellas coloraciones y manchas caprichosas en sus hojas, como la calatea.

Necesidades generales de Cultivo Los siguientes consejos son aplicables a todas las especies:
  • El riego debe realizarse lentamente y con el agua a temperatura ambiente; a ser posible, de lluvia o que haya reposado desde el día antenor para que no contenga cloro. Es mejor regar menos veces aportando más agua que hacerlo con mayor frecuencia y menos cantidad. El «gua se debe echar dejando transcurrir unos minutos entre cada aporte.
  • La reposición de nutrientes también debe vigilarse: el abono líquido es una buena solución, pero es mejor trasplantar con frecuencia
  • La luz suele llegar a las plantas muy focalizada; por tanto, debe girarse la maceta regularmente para equilibrar su desarrollo.
  • Durante el buen tiempo, aquellas especies que lo admitan deben sacarse al exterior.
  • El mejor tratamiento preventivo contras las enfermedades consiste en proporcionar a cada especie su luz adecuada y, en cada momento, la humedad que demande.
  • Los abnllantadores, productos de composición aceitosa destinados a acentuar el brillo de las hojas, son poco recomendables porque obstruyen los poros por donde éstas respiran. Es mejor pasarles un paño humedecido en agua tibia.
  • Para que las pulverizaciones de agua sean efectivas, han de ser frecuentes (una o dos veces dianas, dependiendo de la estación). No se deben hacer con sol directo, pues las gotas actúan como lupas y queman las hojas. Tampoco conviene pulvenzar aquellas plantas que tengan la superficie de la hoja con vellosidad o textura cérea.

Plantas medicinales

El uso de las plantas medicinales siempre debe hacerse bajo el asesoramiento de un experto, ya que algunas especies tienen efectos secundarios o contraindicaciones. Se pueden preparar en infusión, en decocción o aplicarlas en cataplasmas. Al tomar algún preparado,es conveniente asegurarse de que se trata de la especie correcta, ya que un error puede ocasionar graves trastornos.

Clasificación
Las plantas medicinales son las que mayores diferencias morfológicas presentan entre sí. A continuación, se ofrece una selección de los árboles, arbustos y herbáceas más representativos.

Árboles Eucalipto
Es un árbol robusto que puede alcanzar los 40 metros de altura. La variedad más recomendable para medicina es el Eucalyptus globulus. Se adapta a los suelos pobres y a las exposiciones soleadas, pero no tolera el frío. Sus hojas se utilizan tanto en infusión (no hay que tomar más de tres tazas al día, ya que una cantidad superior puede ser tóxica) como en vahos, para combatir las afecciones respiratonas. La esencia de eucalipto se emplea frecuentemente como ambientador.

Tilo
Su tronco es oscuro y sus hojas, blandas y acorazonadas. No es exigente con los suelos, pero necesita lugares húmedos. De las flores amanllentas y olorosas del tilo se extrae la tila, que se utiliza para combatir los estados nerviosos. Se deben recolectar las flores que estén abiertas, sin la bráctea (especie de hoja de donde salen las flores) que las acompaña, y secarlas rápidamente.

Arbustos Saúco
Es un arbusto de hoja caduca muy rústico en cuanto a suelos y necesidades de cultivo. Con sus flores, de color blanquecino, se hacen infusiones que no sólo se utilizan como sudorífico, sino también para calmarla tos y lavar los ojos.

Hamamelis
Arbusto muy decorativo por su cunosa floración amanlla durante el final del invierno. Requiere suelos de buena calidad que no sean calizos.
Todas sus partes tienen propiedades medicinales. Se utiliza como astringente, para frenar hemorragias y contra las hemorroides. El agua de hamamelís se emplea también en cosmética.

Herbáceas Aloe vera
Es una planta crasa cuyas hojas, muy carnosas, nacen en forma de roseta Se debe situar en una exposición bien soleada, protegida de las heladas y en cualquier suelo con buen drenaje. Necesita poco riego. Posee interesantes propiedades para combatir las afecciones cutáneas, Si se quieren eliminar las manchas de la piel o curar los arañazos y cortes, se debe aplicar sobre la zona un trozo de ho¡a impregnada con la savia que desprende. Esta planta también resufta útil en casos
de hemorroides, quemaduras, dolo res musculares y problemas digestivos.

Caléndula
Es fácilmente reconocible por sus flores amarillas Y naranjas. Para que florezca bien, debe situarse a pleno sol. Debido a sus poderes cicatrizantes y antiinfíamatorios, sus flores son muy eficaces para tratar las úlceras en las piernas, los golpes, las contusiones y las afecciones de la piel.

Manzanilla
Tolera todo tipo de suelos, aunque los prefiere secos. Se debe regar poco. Las flores se cogerán antes de que hayan madurado. Facilita la digestión y tiene propiedades estimulantes y antialérgicas. También se usa en la composición de champús para aclarar y suavizar el pelo

Melisa
Alcanza los 60 centímetros de altura. Sus hojas ovales desprenden un suave aroma a limón, Se debe situar al sol o a media sombra, y se multiplica fácilmente por semillas o por división de mata. Las hojas tienen propiedades sedantes y digestivas. Además, mezcladas con el agua de baño poseen efectos relajantes. La melisa también se usa en popum's aromáticos y en la fabncación de jabones.

Malas hierbas
Las hierbas que con tanta frecuencia aparecen en el jardín interfiriendo en el crecimiento de otras plantas, pueden aprovecharse con fines medicinales.

Diente de león
Se reconoce fácilmente por sus ftores amarillas y sus frutos en forma de vilano. Tiene propiedades diuréticas y antimeumáticas. Se toma en infusión, hirviendo 40 gramos de raices secas en un litro de agua.

Malvavisco
Uega a medir hasta un metro de altura. Tiene flores rosadas y hojas de color verde mate con una pelusilla blanquecina. Suele aparecer en terrenos húmedos.
Las Tafees se utilizan contra la disentería y las infecciones bucales. Las flores y las hojas se emplean en infusión para combatir los problemas respiratorios y de garganta.

Conservación
  • Las hierbas se deben guardar en un sitio cálido, seco y sin luz. preferiblemente en frascos de cristal oscuro o cerámica.
  • Conviene etiquetar los recipientes con ei nombre de la planta medicinal, la fecha de recolección y su uso.
  • Las propiedades de las hojas y flores se pierden a partir de! año. Las raices y semillas pueden durar hasta tres años.
  • Los preparados de las plantas medicinales pierden sus propiedades a partir de las 12 horas de su elaboración. Se puede situar al sol o en semisombra.
Romero.
Necesita sustratos arenosos con algo de abono, ligeros y muy bien drenados, así como exposiciones soleadas y protegidas.
Constituye un condimento habitual para los asados y las carnes grasas como el cordero. También se emplea para aromatizar sales, aceites y vinagres.

Salvia.
Es un arbusto de unos 60 centímetros de altura, con hojas aromáticas y flores en espigas de color azulado. Se desarrolla bien en suelos drenados y exposiciones soleadas. Es sensible al viento y las heladas. Se emplea en salsas, rellenos de aves y platos de cerdo. Sus hojas y flores tienen propiedades digestivas, antitranspirantes y antidepresivas.

Tomillo.
Crece bien en suelos arenosos a pleno sol y no soporta el exceso de humedad.
Las hojas, frescas o secas, se emplean en la preparación de carnes, pescados, setas y salsas, y los tallos, para dar sabor a ensaladas, quesos y sales. El tomillo se utiliza como planta medicinal contra los problemas estomacales. Además, su esencia, llamada timol, sirve para fabricar perfumes.

Cuidados y conservación
  • Las plantas culinarias se desarrollan en ambientes diversos y tienen características específicas de cultivo, si bien éste resulta muy sencillo. Conviene seleccionar las especies de acuerdo con las condiciones ambientales y, siempre que se pueda, mantenerlas cerca de la cocina. Algunas se pueden plantar en macetas.
  • El abonado tiene que ser muy ligero, pues el exceso de nutrientes puede afectar al contenido de sus principios activos. No obstante, este aspecto depende también de la parte de la planta que se aproveche: si son las hojas, el abono ha de ser rico en nitrógeno; si son la flores. en fósforo; y si son los frutos, en potasio.
  • En caso de que se produzcan plagas o enfermedades, lo ideal es tratar las plantas con productos de tipo biológico. aunque su alto contenido en esencias actúa como repelente de hongos e insectos y como inhibidor del desarrollo de malas hierbas.
  • El método que se utiliza normalmente para su conservación es el secado al aire en un lugar cálido y ventilado. Esto permite emplearlas en cualquier época del año, aunque sólo mantienen sus cualidades durante un corto periodo de tiempo.

Plantas aromáticas

A pesar de que las flores de muchas plantas tienen un olor característico, la denominación de
aromáticas hace referencia a especies cuyas hojas, al frotarlas, desprenden un aroma agradable.
En este capítulo, estas plantas se han clasificado por el uso o aplicación que se hace del perfume que se obtiene de sus aceites esenciales. Hay multitud de especies con esta característica, desde árboles, como el naranjo, hasta pequeños arbustos, como el espliego.

USOS ESPECÍFICOS
Las plantas aromáticas reciben sus propiedades de los aceites esenciales que se almacenan. sobre todo, en sus ho|as y flores. Estas sustancias se forman con más frecuencia en plantas que viven en zonas calurosas y faltas de agua.

Perfumería
Las plantas aromáticas se utilizan en la fabricación de colonias, aceites y otros
preparados de perfumería y cosmética. Con ellas se pueden hacer baños vegetales que, además de perfumar el cuerpo, aportan efectos terapéuticos. Para ello se añade al baño un litro del agua de cocción de la planta elegida o se llena un saquito de tela y se sumerge en la bañera.

Repelentes de insectos
Con las flores y hojas olorosas se confeccionan bolsas de olor que, además de perfumar los armanos, evitan que aparezcan polillas y otros insectos.

Ambientadores
Las hierbas aromáticas también se pueden usar para purificar y perfumar las habitaciones de la casa, ya sea a partir de sus aceites y esencias o directamente con las plantas. Con estas especies también se realizan popum's gramáticos (mezclas de flores y hojas secas). Para que el efecto se prolongue, se le añade un fijador (sal común o raíz de lino blanco).

Cojines de hierbas
Muchas especies se emplean en la fabncación de cojines de hierbas, que perfuman la ropa de la cama e inducen al sueño. Para confeccionarlos, se pueden mezclar los siguientes
ingredientes: hojas secas de hierbaluisa. espliego, pétalos de rosa, flores de romero y flores olorosas vanadas (jazmín, madreselva, naranjo. limón). Una cascara de limón en la mezcla mantiene el olor.

Clasificación
Dada la gran variedad de plantas aromáticas, la siguiente es una pequeña selección de las especies más representativas de cada grupo:

Árboles
Naranjo amargo Pequeño árbol con hojas de color verde claro y suave olor a naranja. Tiene que situarse a pleno sol. protegido de las heladas; los suelos deben ser arenosos y ricos en materia orgánica.
De sus flores y hojas se extraen esencias y aceites utilizados para hacer perfumes.

Limonero
Tiene características similares al naranjo. De este árbol se obtiene una esencia que se utiliza como tónico cutáneo en cosmética, en la preparación de perfumes y como ambientador.

Arbustos
La mayoría de los arbustos aromáticos se deben exponer al sol resguardados de las heladas. No son demasiado exigentes con los suelos, pero necesitan que éstos drenen bien. En general, se trata de especies rústicas de fácil mantenimiento en el jardín.

Mirto
De flores blanquecinas con estambres, puede alcanzar los tres metros de altura. Sus flores se usan en la fabricación de agua de tocador, mientras que con los frutos se elaboran licores,
Hierbaluisa Mide 2.5 metros de altura y sus hojas desprenden un suave aroma a limón. No soporta el frío. Su aceite se emplea en perfumería y las hojas secas se utilizan para hacer popum's y bolsas de olor. Además, tiene propiedades medicinales como digestivo y calmante. Dentro del género de la Lavandula existen diferentes especies, como el espliego, la lavanda. el lavandín y el cantueso, cuyas hojas y flores son muy aromáticas. Son pequeños arbustos de unos 50 centímetros de altura que aguantan bien la sequía. De ellos se extrae un aceite que se utiliza en perfumería. como ambientador y repelente de insectos. Además, tienen propiedades medicinales en masajes, como estimulante y para el alivio de los dolores reumáticos.

Romero
Tiene hojas pequeñas y flores azuladas (y a veces blancas) que se mantienen durante gran parte del año. Su empleo más extendido es el culinario, pero también se
aprovecha para hacer bolsas de olor y popum's. y para la destilación de aceites usados en perfumería y cosmética Como planta medicinal resulta muy eficaz para combatir los dolores reumáticos, el agotamiento, la debilidad, los desórdenes circúlatenos y nerviosos, etcétera.

Herbáceas
Este tipo de plantas se puede colocar en pequeños espacios. incluso en macetas.

Mejorana
Alcanza 30 centímetros de altura y posee flores blancas o rosadas. Necesita suelos fértiles y sol. Se emplea en la confección de cojines aromáticos y bolsas de olor. Su aceite tiene propiedades terapéuticas contra los estados de ansiedad, los trastornos menstruales y el insomnio.

Bergamota
Es una planta perenne de hasta un metro de altura. Posee hojas aromáticas y sus flores son de color rojizo. Necesita un suelo fértil, suelto y húmedo, y requiere una ubicación a media sombra.
Su aceite se emplea para elaborar perfumes. También se utiliza en popurrís.

El jardín de hierbas: organización

Con el nombre de hierbas se designa a las plantas que, debido al uso de sus propiedades, se pueden incluir en alguno de estos tres apartados: aromáticas, medicinales y culinarias. A menudo
ocurre que una misma especie puede pertenecer a los tres grupos; el romero, por ejemplo, tiene un uso tanto medicinal como aromático y culinario. Además de emplearse por sus propiedades, estas plantas también se utilizan en jardines y terrazas por su valor ornamental.

Clasificación
Las plantas que componen los tres grupos de hierbas citados (aromáticas. medicinales y culinarias) son muy heterogéneas. tanto por su aspecto como por los ambientes donde se desarrollan o sus partes aprovechables. Esto hace que las condiciones de cultivo deban concretarse a cada especie y sea difícil generalizar.

Tamaño
Dentro de cada grupo de hierbas pueden encontrarse tanto árboles como arbustos o plantas herbáceas; de ahí su gran diversidad morfológica. En las plantas medicinales, por ejemplo, esta variedad va del eucalipto (árbol perenne de 30 o 40 metros de altura) a la manzanilla (planta herbácea de unos 20 centímetros). En el apartado de las plantas íulinarias puede hallarse desde el laurel, árbol de hoja perenne de 5 o 6 metros de altura, hasta el estragón, planta herbácea que llega a medir en tomo a 80 centímetros.

Ambientes de desarrollo
Los ambientes y terrenos de donde proceden estas plantas son muy diversos, lo cual permite escoger las que se adapten mejor a las condiciones donde se vayan a desarrollar.
  • Las plantas aromáticas. como el tomillo o el cantueso, suelen darse bien en zonas con clima templado o cálido, y están adaptadas a vivir en condiciones de escasez de agua, mucho sol y marcados contrastes de temperatura.
  • Las plantas medicinales y las culinanas, sin embargo, presentan grandes diferencias en cuanto al medio natural en el que crecen. Por ejemplo, la árnica, una planta herbácea. crece en prados de montaña; en cambio, el poleo y el regaliz se desarrollan mejor en medios húmedos.

Partes útiles
Los tres grupos de plantas tienen una característica en común; sus tejidos contienen sustancias químicas -principios activos- que les confieren determinadas propiedades. Según la concentración de esos principios activos se utilizará una parte u otra de la planta; hojas, flores, fruto, semilla, corteza o raíz.

USO ORNAMENTAL DE LAS HIERBAS
Como parte del jardín
  • La mayoría de las plantas aromáticas, y bastantes especies culinarias, necesitan sol y tierra suelta para desarrollarse; por tanto, irán bien en rocallas. La hierba gatera, el tomillo, la siempreviva, o la ajedrea son plantas adecuadas para este uso.
  • Otras especies, como la mejorana, el orégano o la albahaca, por su crecimiento compacto, sirven para componer macizos de temporada junto a plantas de flor (la caléndula, también medicinal, queda muy a tono con ellas).
  • Sin embargo, la ubicación más habitual para las hierbas de cualquiera de los tres grupos es el huerto. En zonas de inviernos fríos, deben ocupar lugares resguardados (por ejemplo, al pie del muro de cerramiento de la parcela). A determinadas especies les vendrá bien la sombra de un árbol si los veranos son muy calurosos: tanaceto, manzan romana, rusco o pnmavera.
  • En amates herbáceos, en combinación con plantas vivaces de flor, quedarán bien especies que crecen mejor en espacios más abiertos, como la milenrama, el malvavisco y la menta.
  • Como únicas especies del jardín
  • Para realizar un jardín a base de plantas aromáticas, medicinales y culinarias puede utilizarse como modelo el esquema usado en los claustros de los monasterios europeos durante la Edad Media: dos senderos que se cruzan de manera perpendicular definiendo cuatro zonas de plantación rectangulares.
  • Las áreas delimitadas pueden ocuparse siguiendo distintos critenos: reservando una para cada grupo de plantas o agrupando especies de la misma familia botánica en cada era.
  • Si las condiciones lo permiten, el naranjo amargo el laurel o el granado completan agradablemente estos espacios. En caso de que no se disponga de extensión suficiente, no es recomendable plantar árboles.
Recolección y Secado
  • En general, se debe evitar recoger plantas que estén muy secas o húmedas. Para ello, hay que elegir un día claro y soleado, evitando las primeras horas del día o el atardecer. Las hojas o partes verdes deben recolectarse en la época de mayor desarrollo vegetativo; las flores, en el momento de su apertura; los frutos, una vez maduros (al final del verano o en otoño), y las raíces o rizomas, al entrar la planta en reposo.
  • El secado debe hacerse en un sitio bien ventilado y alejado de la humedad. Conviene proteger las flores y las hojas de la luz solar directa: en cambio, las raíces y cortezas pueden secarse al sol. Para secar las plantas frescas, se extienden sobre un papel o una tela de lino, o se atan en ramos y se cuelgan.

Problemas en el huerto

Existen dos problemas fundamentales en el huerto: las plagas y enfermedades, y las malas hierbas. En la mayoría de los casos son consecuencia de unas labores inadecuadas, ya sea la mala combinación de cultivos, la escasa alternancia o el uso de sistemas de riego incorrectos.

Prevención de Plagas y Enfermedades
  • El huerto debe mantenerse siempre en buen estado, libre de hierbas, sin exceso ni falta de riego y con un adecuado plan de abonado que no sea escaso pero que tampoco produzca un crecimiento excesivo de las hortalizas.
  • La rotación de cultivos también será beneficiosa.
  • Resulta indispensable intervenir a tiempo cuando aparecen los primeros indicios de plagas o enfermedades. Sin embargo, está totalmente desaconsejado el uso de productos químicos en el huerto familiar. Sólo se emplearán en caso de que sea estrictamente necesario y, además, es muy importante conocer el plazo de seguridad que ofrece el fabricante del producto antes de comerse ninguna hortaliza.
Modo de cultivo recomendado
  • Se aconseja el cultivo mixto, es decir, la plantación simultánea de varias especies de hortalizas. Además de suponer una utilización óptima del terreno, es posible que las plantas favorezcan el crecimiento recíproco e incluso se protejan mutuamente frente a los posibles parásitos. Las asociaciones más favorables son: lechuga, rábanos y col; tomate, ajos y col; cebollas y zanahorias.
  • Sin embargo, existen ciertas plantas de huerta que no se llevan bien, frenan su crecimiento o se transmiten ciertas enfermedades. Es el caso de las judías verdes al lado de las cebollas o los guisantes, las coles con las cebollas, o los tomates junto con las patatas.
Frutales
  • Los árboles frutales son muy sensibles a las plagas y enfermedades, que afectan directamente a sus frutos. Es muy importante que no les falte el agua ni los nutrientes necesarios.
  • Es recomendable hacer un alcorque a su alrededor y llenarlo de agua hasta el borde.
  • Se deben realizar tratamientos insecticidas con los denominados aceites de invierno durante la época fría con el fin de eliminar los posibles huevos o larvas escondidas entre la corteza de los frutales.
  • En primavera se tratarán con fungicidas e insecticidas preventivos para evitar el desarrollo de plagas y enfermedades durante la época más sensible.
  • Las malas hierbas compiten con las plantas hortícolas por los nutrientes y la luz, además de favorecer la expansión de ciertas plagas y enfermedades.
  • La eliminación de las malas hierbas debe hacerse escardando con la azada. Hay que utilizar los herbicidas con mucha precaución.
  • Como tratamiento preventivo, se realizarán riegos muy localizados, evitando que las malas hierbas se propaguen por semilla. Si esto ocurriese, el huerto se vería totalmente invadido por ellas.

Protección contra las inclemencias meteorológicas Heladas
Las heladas que se producen en pnmavera pueden causar graves problemas a las plantas del huerto. Para evitar que los ejemplares recién plantados se escarchen, se utilizarán hojas de periódico sujetas con piedras. Los plantones también pueden protegerse con tarros de cristal, botellas de plástico o campanas protectoras. Las especies mayores se cubrirán con redes, cortinas viejas o cualquier otra cubierta que atrape el aire caliente. Si es posible, se hará un acolchado con paja o corteza de pino.

Viento
En zonas ventosas es preciso crear cortavientos vegetales que reduzcan la velocidad del viento y eviten daños en las plantas más frágiles y en las de porte elevado.

Insolación excesiva
Hay que procurar sombrear las zonas en las que se hayan plantado especies que no requieran mucho sol. Un pequeño árbol puede realizar esta función. Sin embargo, mientras éste crece, se pueden emplear mallas de sombreo (que también protegen a las plantas en caso de granizo).

El huerto: rotación de cultivos

Mediante la rotación de cultivos s aprovechan al máximo los nutrientes del suelo y, como resultado, se obtienen produetc sanos y abundantes. Esta técnic se basa en el hecho de que cad: grupo de plantas tiene raíces de un tamaño determinado; por lo tanto, si se saben combinar las especie: de forma adecuada, las plantas se alimentarán de toda la superficie disponible.

Clasificación de las Hortalizas
Se puede hacer una primera clasificación de las hortalizas atendiendo a su parte o partes aprovechables.
  • Raices: remolacha. zanahoria, achicoria de raíz, nabo, rábano, rabanito.
  • Tallo: ajo, cebolla, patata, puerro, espárrago.
  • Hojas: acelga, espinaca, repollo, lechuga, escarola, apio.
  • Flor: alcachofa, coliflor, brécol.
  • Fruto: tomate, pimiento, berenjena, pepino, melón, calabaza.
  • Semilla: judías, habas, guisantes, garbanzos, lentejas.

Una propuesta de rotación
La rotación consiste en cultivar por tumos tres grupos de hortalizas en una misma superficie dividida en eras (en el esquema de rotación A, B, C y D), La propuesta que se realiza a continuación para un huerto tipo es orientativa, ya que depende de factores como el clima en las distintas zonas de cultivo, los gustos personales en cuanto a las especies seleccionadas, etcétera.

Lo más importante de la rotación es la división de las hortalizas por grupos. Según el modelo propuesto, estos grupos son los siguientes:

Grupo 1
Incluye lechugas, espinacas. guisantes, judías verdes, habas. puerros, acelgas, etcétera. Las necesidades de estas hortalizas son muy fuertes en materia orgánica (mantillo de hojas, compost), que debe prepararse durante el invierno o la primavera anteriores a la siembra.

Grupo 2
Aquí se incluyen el rábano, el nabo, la col, el brécol, etcétera. Estas especies deben plantarse durante la segunda temporada en la zona que habían ocupado las del pnmer grupo. Tienen necesidades muy altas en nitrógeno. pero éste lo habrán aportado las judías verdes, las habas los guisantes de la temporada anterior.

Tipos de cultivo Hortalizas que no necesitan trasplante: el calabacín
  1. Hay que trabajar el suelo a una profundidad de 40 centímetros, enterrando al mismo tiempo estiércol bien descompuesto. Se prepararán hoyos de 40x50x50 centímetros. Cada planta deberá tener una superficie cercana al metro cuadrado.
  2. La época de siembra será de marzo a septiembre en zonas de clima cálido, o desde mayo hasta agosto en las de clima más rígido. Se enterrarán tres semillas en cada hoyo a una profundidad de dos centímetros. Una vez que hayan germinado, se dejará sólo una planta por hoyo: la más fuerte.
  3. Se debe mantener la tierra aireada y libre de malas hierbas, suministrar una cucharada de nitrato potásico alrededor de cada planta y regar frecuentemente en tiempo caluroso.

Hortalizas que necesitan trasplante: la cebolla
  1. Preparar el suelo a una profundidad de 20 centímetros. Sembrar a principios de primavera, enterrando la semilla a 1,5 centímetros en hileras separadas 25 centímetros entre sí. La germinación se producirá a los 21 días.
  2. Aclarar las plantas cuando tengan tamaño suficiente para ser manipuladas.
  3. Trasplantar a mediados de primavera con una separación de 15 centímetros entre un ejemplar y otro, y de 25 centímetros entre hileras. Recortar la mitad de las hojas antes de plantar y no colocar los ejemplares muy enterrados. Los negos deben ser frecuentes, y el sol, abundante.
  4. Recolectar en verano, cuando las hojas empiecen a amarillear.
Hortalizas que necesitan tutores: el tomate
  1. Cavar el terreno a 30 centímetros de profundidad el otoño anterior a la siembra. rellenándolo de estiércol o compost. En primavera, añadir un fertilizante compuesto y limpiar las malas hierbas.
  2. Semillar en marzo o abril. Este paso se puede evitar comprando las plantrtas en un vivero o en algún huerto de la zona Regar de vez en cuando.
  3. Trasplantar los ejemplares cuando alcancen los 15 centímetros de altura. Colocarlos con una separación de 60 centímetros entre las filas y de 40 centímetros entre sí. Regar sin mojar las hojas para evitar la apanción de enfermedades.
  4. Cuando la altura de la planta sea de unos 30 centímetros, se colocará el tutor y se atará Además, debe formarse un surco a su alrededor para conducir el riego.

El cuidado de los frutales

Los frutales exigen unos cuidados continuos para que su productividad sea mejor y mayor. Pero no sólo se utilizan para la obtención de su fruto, sino que también se integran perfectamente en el jardín como especies ornamentales. Debido a su gran variedad, se pueden encontrar con diferentes tamaños y formas y, muchas especies, con floraciones espectaculares.

Cuidados Riego
Una vez plantados, los frutales se deben regar abundantemente. El primer año no debe faltarles el agua, pero en años posteriores se pueden ir reduciendo los negos

Cavas
Se deben realizar durante la primavera y, sobre todo, en verano, para eliminar las malas hierbas, airear el suelo y facilitar la recogida de agua. Lo ideal es remover una superficie que se corresponda con la proyección de la copa en el suelo.

Abonados
En los primeros años, al inicio de cada primavera, habrá que aportar abonos ricos en nitrógeno
con el fm de estimular un mayor desarrollo de las ramas. El fósforo y el potasio son convenientes paramejorar las flores y los frutos. También es aconsejable incorporar todos los inviernos una capa de estiércol y mezclarlo con el terreno procurando que no entre en contacto con la planta.

Poda
En los frutales utilizados como ornamentales se realizarán podas de limpieza y aclareo. Los destinados a dar fruto necesitan podas específicas en invierno, cuando el árbol ha perdido las hojas. También se pueden hacer podas ligeras en verano, eliminando aquellas ramas que no den fruto ni interesen para formar el árbol. Al realizar esta labor se debe tener especial cuidado para diferenciar las yemas de flor y las de hoja. Las primeras suelen estar más hinchadas, mientras que las segundas son estrechas y alargadas. No deben dejarse demasiadas yemas de flor en cada rama, ya que un exceso de flores implica una disminución en la calidad del fruto. Los árboles frutales que se coloquen en espaldera
Cuando las plantas tengan unas cuantas hojas, habrá que hacer un aclareo

Plantación
  • Las plantas que van a ocupar las eras del huerto también pueden conseguirse haciendo semilleros de esta forma es posible iniciar antes el cultivo de hortalizas. Es importante que las pequeñas plantitas. antes de ponerías en la tierra, tengan la consistencia suficiente para crecer a la intemperie.
  • Otra alternativa consiste en adquirir en un vivero los ejemplares ya preparados en bandejas de alveolos. Este sistema esta especialmente indicado para especies de trasplante delicado, como las habas, las judías verdes, los guisantes y otras leguminosas, cuyas raíces son muy sensibles al contacto con el aire.
Riego
  • La diferencia entre hortalizas jugosas y fibrosas está, en gran medida, en el negó que hayan recibido. Es mejor regar a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Además, no es recomendable que el agua esté muy fría.
  • El mejor sistema es poner la boca de la manguera sobre el suelo, en el extremo de un surco, y dejar que el agua discurra por él hasta que empape bien la tierra. A continuación, se pondrá en el siguiente surco, y así sucesivamente.
  • Para que funcione bien el riego por inundación, los surcos deben tener una ligera pendiente y estar cerrados en uno de sus extremos por un caballón de tierra.
Escarda
  • Consiste en eliminar las hierbas que nacen entre las plantas del huerto, como el diente de león o la grama, para que no les roben humedad ni alimento. Se hace con una azadilla o un legón, al menos dos veces en el curso del cultivo-Aporcar o recalzar Esta labor consiste en amontonar algo de tierra alrededor de la base del tallo de la planta con el fin de protegería tanto del frío como del calor excesivo
Entutorado
Consiste en guiar el crecimiento de los tallos de las hortalizas trepadoras (pepinos, berenjenas, guisantes y tomates) a lo largo de un soporte vertical, que puede ser desde una simple cuerda hasta una estructura construida con canas.

Arboles frutales

Utilizados como parte integrante del huerto o como único elemento del mismo, los árboles frutales suelen adaptarse a diferentes tipos de terrenos, riegos y temperaturas, ya que, en su mayoría, son especies injertadas. Gracias a ello, pueden tolerar mejor las condiciones variables.

Clasificación
La clasificación más sencilla para dividir los árboles frutales es aquella que hace referencia al tipo de fruto. Los hay de pepita, como el manzano o el peral; de hueso, como el melocotonero o el ciruelo, y de fruto seco, como el almendro y el avellano. A la hora de seleccionarlos, hay que tener en cuenta no sólo el tipo de frutos que se quieran obtener, sino también las necesidades de cultivo de cada árbol y las condiciones ambientales y de terreno que tenga el jardín a las que se tiene que adaptar.

Criterios de selección Clima
  • En zonas donde exista nesgo de heladas primaverales se deben elegir variedades de flor tardía.
  • El viento es muy perjudicial para los frutales; por eso se deben proteger con una pantalla de árboles o un muro.
  • Algunas especies, como el guayabo del Brasil, el aguacate. el mango o el platanero, se deben plantar en zonas cálidas.
Exposición
En general, los frutales necesitan exposiciones bien soleadas para conseguir buenas flores y frutos. Las excepciones a esta regla son as especies de clima húmedo, como el kiwi, grosellero y el avellano.

Suelo
  • El ten-eno ideal para plantar frutales debe ser suelto, profundo, rico en materia orgánica y estar bien drenado. Para mejorarlo, se puede hacer una enmienda a base de estiércol y arena.
  • Los suelos con un porcentaje mayor al 10% de cal no son idóneos para la plantación de frutales, sobre todo de melocotoneros y perales. El aguacate, el kiwi y los cítncos tampoco toleran a cal. Sin embargo, hay especies que son más resistentes a este tipo de suelos, como el cerezo, el ciruelo, el membrillero, el almendro y el olivo.
  • Las tierras arcillosas tampoco son muy recomendables por su capacidad para retener el exceso de humedad. No las toleran el nectarino, el melocotonero, el albancoquero, la higuera. el aguacate ni los cítricos. Las especies más recomendadas para los suelos arcillosos son el ciruelo. el nogal y el caqui.
Espacio
Si la parcela es muy grande, se puede dejar una zona exclusivamente dedicada a la plantación de frutales. Así se ahorrará trabajo y dinero. En caso de que no se disponga de mucho espacio, se pueden elegir especies de pequeño tamaño, como perales, nísperos, cítricos o granados.

Plantación
Como en cualquier especie arbórea, los ejemplares destinados a la plantación deben ser vigorosos, con las raíces y las ramas bien repartidas y equilibradas, y sin heridas ni enfermedades. La mejor época para realizar la plantación será en otoño o invierno, cuando los árboles se encuentran en parada vegetativa, aunque las plantas con cepellón se pueden cultivar durante todo el año.Las especies que tengan una floración temprana. como los almendros y albaricoqueros, se plantarán preferentemente en otoño; los que florezcan en una época más tardía, en invierno, evitando los periodos de heladas. Las distancias de plantación entre frutales siempre deberán estar comprendidas entre cuatro y seis metros.

Injertos
En su mayoría, los frutales se encuentran injertados. Cada planta toma las cualidades del patrón o portainjerto y crece con más fuerza, por lo que se adapta con facilidad a las condiciones adversas. Los injertos sirven para obtener frutos de mejor calidad, más aroma o con tamaños más desarrollados. Se pueden hacer entre una misma especie de frutal pero con diferentes variedades, como se realiza con el manzano, el almendro, el olivo, la higuera y el nogal; entre distintas especies y variedades de un mismo tipo de frutal, o bien entre diferentes frutales, como
por ejemplo un níspero con un membrillero. El principio que suele adoptarse en todos estos casos es mezclar una planta que sea resistente y de fácil adaptación con otra que. aunque sea más delicada, tenga un mayor valor en su fruto.

El injerto de yema es el que se utiliza con más frecuencia en este tipo de árboles. La época más adecuada para realizarlo es en primavera o en otoño. Con el albaricoquero, el almendro, el cerezo, el limonero, la higuera, el ciruelo y el peral se hacen injertos de escudete en otoño. Dentro del injerto de púa, el método de corona o hendidura es el más utilizado en frutales como el olivo, y se debe realizar al inicio del otoño.

Trabajos en el huerto

Las plantas del huerto deben recibir una serie de cuidados a lo largo del tiempo que dura su cultivo para que den una buena cosecha. Algunas de estas labores se realizan de manera regular (riego, escardas) y otras no son tan frecuentes (entutorados, despuntes), pero todas han de hacerse a su debido tiempo para que el cultivo no se retrase ni sufra alteraciones.

Labores Preparación de las eras
  • Cada año, en otoño, antes de empezar el cultivo del huerto, es imprescindible remover el suelo con el fin de que la tierra quede suelta y se airee. Se aprovecha entonces para incorporar algún tipo de matena orgánica, como estiércol. Este aporte, repetido todos los años, es muy beneficioso.
  • Si la tierra presenta alguna deficiencia en su textura (demasiado arcillosa o arenosa), es el momento de hacer la enmienda oportuna.
  • La preparación de las eras o bancales algo elevados respecto al nivel de las calles o zonas de paso crea unas condiciones más favorables para el cultivo.
Siembra
  • Para cultivar directamente sobre el terreno hay que esperar al buen tiempo. En el momento de la siembra. la superficie de la tierra debe estar llana, muy disgregada y algo húmeda, sin llegar a estar mojada.
  • Con el fin de que los surcos que albergarán las semillas sean rectos, se puede utilizar una cuerda y un par de estacas o varillas de hierro
  • Cuando las plantas tengan unas cuantas hojas, habrá que hacer un aclareo, tal y como se indica en el capitulo siguiente.
Plantación
  • Las plantas que van a ocupar las eras del huerto también pueden conseguirse haciendo semilleros: de esta forma es posible iniciar antes el cultivo de hortalizas. Es importante que las pequeñas plantitas, antes de ponerlas en la tierra, tengan la consistencia suficiente pana crecer a la mtempene.
  • Otra alternativa consiste en adquirir en un vivero los ejemplares ya preparados en bandejas de alveolos. Este sistema está especialmente indicado para especies de trasplante delicado, como las habas, las judías verdes, los guisantes y otras leguminosas, cuyas raices son muy sensibles al contacto con el aire.
Riego
  • La diferencia entre hortalizas jugosas y fibrosas está, en gran medida, en el negó que hayan recibido. Es mejor regar a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Además, no es recomendable que el agua esté muy fría
  • El mejor sistema es poner la boca de la manguera sobre el suelo, en el extremo de un surco, y dejar que el agua discurra por él hasta que empape bien la tierra. A continuación, se pondrá en el siguiente surco, y así sucesivamente.
  • Para que Funcione bien el riego por inundación, (os surcos deben tener una ligera pendiente y estar cerrados en uno de sus extremos por un caballón de tierra.
Escarda
  • Consiste en eliminar las hierbas que nacen entre las plantas del huerto, como el diente de león o la grama para que no les roben humedad ni alimento. Se hace con una azadilla o un legón, al menos dos veces en el curso del cultivo.

Aporcar o recalzar
Esta labor consiste en amontonar algo de tierra alrededor de la base del tallo de la planta con el un de protegerla tanto del frío como del calor excesivo.

Entutorado
Consiste en guiar el crecimiento de los tallos de las hortalizas trepadoras (pepinos, berenjenas, guisantes y tomates) a lo largo de un soporte vertical, que puede ser desde una simple cuerda hasta una estructura construida con cañas.

Pinzado o despunte
Es la supresión del extremo de crecimiento de algunas hortalizas. Se hace para provocar la ramificación y para que haya más fruto. Puede realizarse cuando la planta es pequeña (berenjena, pimiento) o cuando ha alcanzado el extremo del tutor (judías de enrame, pepino y calabaza).

El calendario del huerto

El huerto puede producir hortalizas durante todo el año si se realiza una planificación por meses
de las especies a cultivar. Esto permite prever las rotaciones, aprovechar mejor la parcela y, sobre todo, que el trabajo sea más eficiente, pues las distintas labores se acometerán en el momento más oportuno. El resultado: más y mejores hortalizas.

Elaboración de un calendario
El primer condicionante a la hora de elaborar un calendario de cultivos es el clima, en especial el frío. No obstante, haciendo semilleros a cubierto, aprovechando los posibles microclimas (orientación de surcos, setos y muretes) y utilizando sencillas protecciones, como plásticos o ramaje, se puede adelantar el cultivo.
El otro condicionante son las especies que se quiera cultivar. A continuación se enumeran de forma onentativa una serie de hortalizas tipo para la realización de un calendario.

Cebolla

  • Si la siembra se hace en invierno (de febrero a marzo), debe realizarse al aire libre para cosechar a partir de julio. Si se siembra desde finales del verano y durante el otoño, debe hacerse en semillero, trasplantando la cebolla al terreno de asiento desde octubre hasta febrero. En este caso, también se cosecha a partir de julio.

Coliflor

  • Las variedades precoces ('bola de nieve') se siembran, en febrero y marzo, en semillero a cubierto. Cuando las plantas tienen tres hojas (abril-mayo), se trasplantan al huerto. El cultivo en esta época debe atender a su mayor necesidad de humedad en la tierra.
  • Las variedades para producir de enero a mayo ('cuaresma', 'mammouth') se siembran directamente en tierra entre julio y octubre, y se trasplantan de septiembre a noviembre. Los aportes de abono nitrogenado (nitrato, amonio) hacen a la planta más resistente.
  • Se deben doblar las hojas centrales de la planta cuando la coliflor empieza a engrosar para que ésta se mantenga blanca.
Guisante
  • Las variedades más resistentes al frío (de grano redondo) se siembran desdi mediados o finales de febre directamente en el terreno asiento. Para escalonar la cosecha se pueden hacer siembras posteriores, con ui intervalo de una semana, ha abril.
  • Los guisantes maduran de; finales de mayo hasta finales de junio si se sembraron de febrero a marzo, y en junio o julio si la siembra se reahzc en marzo o abril.
  • Las variedades de crecimiei bajo (30-45 centímetros de altura) o las semipostrada: (50-80 centímetros) son las r recomendables para un |ardír A estas últimas se les debe colocar un tutor cuando tienen seis u ocho centímetrc de altura.
Judía verde
  • El cultivo no debe intentarse hasta que el suelo no esté lo suficientemente caldeado (8-10°C).
  • Para que la recolección sea escalonada, se deben hacer siembras cada dos o tres semanas, hasta mediados de julio.
  • Como en el caso de otras hortalizas leguminosas. existen variedades de distinta altura: desde los 30 o 40 centímetros de algunas especies hasta las llamadas 'de enrame', de unos dos metros. Al pie de estas últimas ha de colocarse un tutor. de 2-2,5 metros de altura para guiar su crecimiento.
Zanahoria
  • La siembra al aire libre no puede hacerse hasta que la temperatura del suelo sea aproximadamente, de 5°C.
  • Es un cultivo de crecimiento algo lento, por lo que se puede intercalar con otras hortalizas de ciclo más corto, como la lechuga.
  • La semilla se reparte directamente sobre el bancal y nace a los 10 o 15 días. Si se hacen varias siembras. espaciándolas un mes, se conseguirá tener una cosecha escalonada.

Lechuga
  • Para tener lechugas en primavera, hay que sembrarlas en semillero a cubierto entre septiembre y enero. Si se quieren tener en verano, el cultivo se hace directamente sobre el terreno entre abril y junio.
  • En el primer caso, o cuando la siembra al aire libre se hace a voleo, el trasplante ha de realizarse cuando la planta tiene tres o cuatro hojas. Éstas han de quedar al nivel del suelo.
  • Se deben recoger cuando tienen el cogollo sólo algo consistente; en verano es importante hacerlo así porque. de lo contrario, la lechuga se espiga y pierde calidad.
Pimiento
  • La siembra al aire libre no puede llevarse a cabo hasta que las temperaturas nocturnas sean superiores a 10°C Antes (entre febrero y marzo) se puede hacer en un semillero a cubierto; luego, se ponen las plantitas en macetas hasta su traslado definitivo al terreno de asiento.
  • Maduran entre julio y septiembre, y han de cortarse cuando están todavía verdes para que no se dificulte el crecimiento de los pimientos más pequeños.
Tomate
  • La siembra no puede hacerse al exterior hasta que las temperaturas nocturnas no sean superiores a 10°C Sin embargo, sí puede cultivarse en semilleros a cubierto entre marzo y abril.
  • Cuando las dos primeras hojitas de las semillas germinadas estén completamente desarrolladas. se ponen en macetas.
  • En las zonas frías, la maduración del tomate se produce entre mediados de julio y finales de septiembre, y en las templadas, desde junio hasta octubre.

El huerto: organización

Se puede definir el huerto como un jardín orientado fundamentalmente a la producción de hortalizas y frutos Puesto que muchas especies propias del huerto son
ornamentales, es posible conseguir un jardín donde se mezclen las hortalizas y los frutales con el resto de las plantas. Pero si no se dispone de terreno, una alternativa para disfrutar de dichos cultivos es hacerlos sobre superficies pavimentadas, como terrazas o patios.

Planificación del huerto Superficie
A la hora de planificar el huerto, lo primero que hay que hacer es asignarle un área. Como dato onentativo, el tamaño ideal que ésta debe tener para cubrir la necesidades de una familia es del orden de 80 a 100 nr. Pero para disfrutar del placer de cultivar hortalizas propias no será necesaria una superficie tan extensa.

Orientación
La ubicación del terreno tiene una gran importancia para conseguir que las hortalizas cuenten con una exposición solar regular y uniforme. La mejor orientación respecto al eje principal del hueito es la norte-sur. Además, en las zonas climáticas más frías. el huerto se deberá proteger de los vientos fríos dominantes durante el invierno y la pnmavera por medio de setos formando pantallas vegetales. De esta forma, y con la ayuda de una 'cama caliente' (ver recuadro) en el semillero, se dispondrá de un huerto donde poder recolectar especies resistentes, antes o después de lo acostumbrado.

Servicios
El suministro de agua debe ser de fácil acceso. Asimismo, un cobertizo facilitará considerablemente el trabajo en el huerto.

Eras
Cada era o banda de plantación tendrá una anchura máxima de 1,20 metros para facilitar el trabajo desde cualquiera de los dos lados. Los caminos entre una era y otra tendrán un ligera hundimiento, que servirá para drenar las bandas de plantación y evitar el peligro de encharcamiento en invierno.

Elección de las hortalizas
Lo más acertado consistirá en disponer una sucesión de cultivos de modo que el terreno esté siempre en producción, respetando la alternancia y fertilización necesarias. Además, es muy importante tener en cuenta el desarrollo de cada planta para adaptar el cultivo al tamaño del huerto.
Una vez seleccionadas las especies, hay que planificar el orden de plantación y la época apropiada para su cultivo, y agruparlas por módulos según as rotaciones previstas.

El huerto en casa
  • En viviendas donde el espacio sea reducido se podrán cultivar hortalizas en contenedores, macetas o lardmeras- La planificación será similar a la de un huerto extenor, pero se deben elegir variedades más pequeñas y con un hábito de crecimiento reducido.
  • Si las hortalizas se cuttivan en macetas o jardineras, el espacio vertical debe ser aprovechado al máximo, utilizando todos los soportes disponibles: emparrados para plantas trepadoras como los pepinos, barandillas para los tomates y pimientos, estacas para las leguminosas, etcétera.
  • La tierra se seca más rápido en los contenedores que en los jardines, por lo que habrá que vigilar el riego. Además, las plantas se ven afectadas más rápidamente por los cambios de temperatura debido al menor volumen de tierra, lo que será una ventaja en pnmavera. pues se podrán adelantar los cultivos y prolongar la época de producción.