Cultivo de las plantas de temporada

Las plantas de temporada se utilizan en macetas y jardineras para decorar terrazas e interiores. También pueden ocupar un lugar en el huerto como plantas ornamentales o para aprovechar sus usos medicinales y culinarios. En cualquiera de sus aplicaciones, exigirán unos cuidados específicos para que su desarrollo cumpla los requerimientos deseados.

Macetas y jardineras
La mayor parte de las especies de temporada se adaptan al cultivo en macetas y jardineras para decorar terrazas e interiores. Con aquellas plantas de gran altura y crecimiento rápido, deben utilizarse recipientes de mayor volumen para que sus raíces vigorosas tengan espacio para desarrollarse. En los cestos colgantes es posible usar plantas de temporada como el alison, la verdolaga y la lobelia.

Huerto
Existen plantas de temporada que se pueden cultivar en el huerto para beneficiarse de su uso medicinal o culinario; pero, además, debido a sus características ornamentales, también pueden aprovecharse con fines decorativos en borduras o arriates. Algunas especies de este tipo, como la malva la manzanilla o la verbena, tienen propiedades medicinales y resultan muy decorativas en el jardín junto con otro tipo de plantas medicinales.

Flor cortada
En la amplia gama de flores de temporada se pueden encontrar muchas especies adecuadas para componer ramos y adornar la casa. Entre ellas se encuentran las siguientes: caléndula celosía cosmos, gaiIIardía, lunaria nigella zinnia, molucella y siempreviva

Semillado
El semillado es una forma de multiplicación que se usa frecuentemente con las plantas de temporada. Tiene como ventaja su fácil aplicación y su reducido precio en comparación con la compra de la planta ya formada

Época de siembra
Las plantas anuales suelen sembrarse desde el final del invierno hasta principios de la primavera.
Las especies que florecen en otoño se cultivan a finales de primaverao pnncipios del verano.
Entre éstas se encuentran la salvia, la caléndula y el age rato.

Las plantas bianuales.
que son más rusticas, deben sembrarse al final de verano y en otoño para que florezcan la siguiente primavera. Entre ellas se encuentran el pensamiento, la prímula y el alhelí.

Ubicación
Un semillero puede construirse al aire libre o en el hogar para después sacarlo fuera, excepto en zonas de inviernos fríos en las que será aconsejable mantenerlo siempre en el interior. Debe procurarse que los semilleros de interior disfruten de una exposición bien iluminada, evitando los rayos directos del sol. Algunas plantas, como la capuchina, tienen que sembrarse en el lugar donde crecerán después, Si salen muy próximas entre sí, habrá que eliminar algunas para que las que queden se desarrollen mejor.

Mantenimiento
Las plantas de temporada necesitan un penodo importante de preparación, plantación y, por supuesto, de mantenimiento.

Abonado
Al menos una vez al año, antes de que surja la primera floración de primavera, hay que incorporar sobre el terreno mantillo o estiércol.

Tratamientos fitosanitarios
En los momentos de más calor y mayor sequedad hay que vigilar los ataques del pulgón, que aparece en las plantas de tejidos muy tiernos. Las especies de hojas carnosas pueden ser pasto
de babosas y caracoles, por lo que deben combatirse con helicidas, Estas plantas son propensas
al ataque de hongos en el suelo debido a encharcamientos o a los suelos compactados.

Cava
Es conveniente realizar una cava superficial cada cierto tiempo para que se desarrollen bien las raíces y recojan mejor el agua de riego.

Escarda
Es fundamental controlar las malas hierbas mediante escardas ya que, al ser plantas más adaptadas a la zona, crecen en poco tiempo invadiendo las especies de temporada, a las que quitan luz, nutrientes y agua.

Riego
Los riegos no tienen que ser demasiado abundantes. Es preferible que sean más frecuentes pero con menos cantidad de agua. Deben realizarse a primera hora de la mañana o al atardecer.
Además, hay que procurar regar por inundación para no mojar las flores.

Pinzado
Si las plantas de temporada no están bien desarrolladas y sus tallos son escasos y débiles, es conveniente recortarlas para que se formen más compactas y den mayor número de flores.

Plantas vivaces: rocallas y muros floridos

Existen numerosas especies vivaces -plantas de flor perennes-, de pequeño tamaño y crecimiento generalmente extendido, que para florecer y desarrollarse bien necesitan una plantación y unos cuidados distintos a los del resto de su especie. Para alojar estas plantas en el jardín hay varias posibilidades, pero las más difundidas son la rocalla y el muro florido.

Condiciones de cultivo
Estas plantas deben crecer separadas del resto de las vivaces por dos motivos:
  • Son más pequeñas y muchas veces su crecimiento es lento.
  • Necesitan unas condiciones de cultivo distintas. Provienen de ambientes rocosos, por lo requieren un suelo poroso y mucho sol.
La rocalla
Es una superficie en pendiente donde se disponen piedras voluminosas entre las que se colocan plantas de roca.
Situación
El lugar natural que corresponde a la rocalla dentro de un jardín es aquél en el que haya un talud que esté soleado.

Preparación
  • La superficie escogida debe limpiarse de malas hierbas.
  • En casi todos los casos hay que mejorar las condiciones de drenaje.
  • Se cava al menos a 30 centímetros de profundidad, dejando la tierra bien disgregada.
  • Se añade una capa de arena gruesa y se mezcla con la tierra.
  • Sobre esta superficie se prepara un lecho de cascote, de 25 centímetros de altura.
  • El sustrato de enraizamiento, que debe tener una altura de 40 centímetros, se extiende sobre el anterior.
Esta mezcla se compone de una parte de tierra franca, otra parte formada al 50% de mantillo de hojas y turba, y otra de arena gruesa de río.

Red de drenaje
Si el terreno es impermeable, hay que hacer una red de drena|e para eliminar el agua (en los taludes de tierra la buena permeabilidad es fundamental para evitar la erosión).

Colocación de las piedras
Es mejor elegirlas de forma irregular y de dimensiones no infenores a 60x30x30 centímetros. Debe introducirse en la tierra al menos la mitad de su volumen. La cara superior de los bloques tiene que estar algo inclinada hacia el lado del talud para que el agua vierta hacia la tierra.
Entre un nivel o plano de piedras y el siguiente, la tierra debe tener la superficie horizontal.
Hay que prever la necesidad de hacer trabajos de mantenimiento en la rocalla, reservando algún rellano donde colocarse.

Plantación
Las vivaces más apropiadas para una rocalla son de dos tipos: vivaces de poca altura y crecimiento extendido (milenrama alpina, arabis. armena. ehnus, carraspique) y vivaces de mediana altura -30 o 40 centímetros-, como la campánula, la claveJIina y el canastillo de oro.
La rocalla puede tener sólo este tipo de plantas. pero para hacerla más vanada, a menudo se plantan arbustos pequeños (cotoneaster rastrero) y algunas bulbosas (pequeños narcisos).

Distribución
Las plantas que alcanzan más altura se colocarán hacia los lados y las de la misma
especie deben ponerse formando grupos. Es importante no poner ejemplares de tuerte crecimiento junto a otros más débiles.

Época
La mejor época para plantar es a principios de primavera. Debe hacerse cuando la tierra esté algo húmeda. Una vez plantados los ejemplares y afirmada la tierra en torno suyo, se dará un ligero negó. Si hubiera nesgo de heladas tardías, se extenderá una capa de hojarasca sobre las plantitas.

Mantenimiento
Se deberá controlar el desarrollo de las especies más vigorosas, que tienen que regarse moderadamente. Ha de evitarse que las plantas, en su crecimiento, lleguen a ocultar las rocas. Una vez al año, en otoño, se extenderá sobre las plantas una capa de uno a dos centímetros de mantillo o compost.

El muro florido
Es un elemento constructivo dirigido a contener la tierra de un nivel o terraza superior sobre la de otro más bajo que lleva plantas de rocalla en sus huecos y fisuras.

Construcción
Estos muros se construyen con piedra natural y van aparejados 'en seco', es decir, sin mortero.
Su construcción debe decidirla un técnico. Los huecos que quedan entre las piedras se rellenan
con una tierra porosa y algo fértil. Entre las plantas aptas para un muro de este tipo se encuentran la campánula la aubrieta, el alhelí alpino, la estepa y el carraspique.

Combinaciones
La plantación de alguna vivaz al pie del muro lo completa estéticamente. También puede plantarse en la parte alta del muro, enraizando en la tierra del nivel superior.

Plantas vivaces: arriates

Se llama arriate a una recreación jardinera dispuesta por delante de una superficie vertical (muro, fachada o seto) en la que se reúne un número variable de plantas, predominantemente vivaces, con una finalidad ornamental. Se diferencia del macizo de flor de temporada porque transmite una impresión de mayor naturalidad al jardín y porque se mantiene durante varios años.

Creación de un arriate Preparación del terreno
La mejor época para preparar el terreno es el otoño. La plantación se hará en estaestación o bien en primavera, dependiendo de frío del invierno. El terreno debe quedar libre de malas hierbas, sobre todo de las que son perennes (como el diente de león, la malvasilvestre, la grama, la acedera la ortiga o la oxalis). Después se hace una entrecava (remoción del terreno) con una
profundidad de 30 centímetros. Habrá que contemplar la necesidad de hacer algún aporte de arena para facilitar el drenaje.
A continuación, se mezclará superficialmente con la tierra un abono orgánico, que puede ser estiércol, compost o mantillo.
Se puede aportar también un abono mineral, evitando que tenga mucho nitrógeno para no favorecer el crecimiento de hojas en detnmento de las flores.

Plantas vivaces: arriates
Se llama arriate a una recreación jardinera dispuesta por delante de una superficie vertical (muro, fachada o seto) en la que se reúne un número variable de plantas, predominantemente vivaces, con una finalidad ornamental. Se diferencia del macizo de flor de temporada porque transmite una impresión de mayor naturalidad al jardín y porque se mantiene durante varios años.

Orientación
Antes de plantar, debe adecuarse la selección de especies a las condiciones ambientales del lugar. Hay que tener en cuenta la onentación de la superficie vertical sobre la que se apoya el amate. La de mediodía -sur o suroeste- es buena para la floración de muchas vivaces. entre ellas las especies con flor tipo margarita como el helianto. la rudbeckia o la gazania Pero en algunas regiones esta ubicación es demasiado calurosa para algunas plantas, como la peonía o la hosta Con el amate onentado al norte o al este, la situación se invertirá.

Plantación
En el momento de adqumr las plantas deben descartarse las que tengan los tallos excesivamente largos y con pocas hojas. La densidad de plantación varía de unas especies a otras: para las más grandes -el acanto o la Hosta sieboldü, por ejemplo-es de 3 unidades por mt para las vivaces que alcanzan unos 80 centímetros de altura, como son la Althaea y la espuela de caballero, de 5 a 7 plantas por m2 en cambio, para las que no crecen más de 50 centímetros, como la gaillardía o la Coreopsis, la densidad será de 7 a 12 plantas por nr. Por fin, las de talla menor, entre las que se encuentran la nepeta o la betónica mayor, se pondrán en grupos de entre 9 y 16 unidades por nv. Si se quiere dar un aspecto más natural al amate,' se pueden seguir las siguientes recomendaciones.
  • Las plantas utilizadas no deben quedar entremezcladas, sino agrupadas por especies formando manchas. Es importante que estos grupos sean de volumen desigual.
  • Dentro de cada grupo, las plantas no deben ponerse de forma muy ordenada.
  • Distribución de las plantas
A marco real. Las plantas se sitúan en los puntos de intersección de una cuadrícula regular imaginaria, tomando como longitud la distancia de plantación.
A tresbolillo. Las especies se ordenan en líneas paralelas, separadas unas de otras por la misma distancia. Cada alineación va desplazada respecto a las contiguas, de manera que las plantas no quedan nunca enfrentadas.
Irregularmente o a golpes. Las plantas se reparten con cierta uniformidad pero sin orden.

Composición del arriate Alturas
Las especies deben disponerse por alturas, teniendo en cuenta desde dónde vaya a mirarse el conjunto. Las más altas tienen que ir detrás, y en progresión descendente las demás. No hay que olvidar que la altura de las plantas con flores es mayor que cuando no las tienen.

Colores
Es importante tener en cuenta el color del paramento (muro, seto) que se levanta por detrás del arriate. El tono blanco de una fachada realza el verde de muchos follajes. Las hojas grisáceas (artemisa arbórea, espliego) contrastan menos. El verde oscuro de los setos quita brillo a la tonalidad de muchas floraciones. El color anaranjado de un muro de ladrillo o los tonos claros de uno de piedra natural (granito) son fondos compositivos que ayudan a conseguir un buen efecto final.

Combinaciones
En el arriate es posible plantar algunos arbustos que reduzcan la pérdida de atractivo que el invierno provoca en estos conjuntos. Asimismo, se pueden dejar huecos en la parte delantera para poner en primavera plantas anuales que amplíen el tiempo de floración.
Mantenimiento
  • Es muy importante tener el suelo limpio de malas hierbas.
  • Si la proximidad entre plantas lo permite, el acolchado es
  • una práctica que ayuda a mantener la humedad de la tierra, mejorando las floraciones de verano.
  • Las floraciones sobre tallos altos (espuela de caballero, altramuz) deben entutorarse.
  • Para alargar el penodo de floración, hay que eliminar regularmente las flores marchitas.
  • Si los grupos de vivaces se espesan mucho, se levantarán algunos y se reducirán mediante una división de mata.
  • Algunas especies menos resistentes al frío requieren un acolchado de invierno.

Plantas de temporada

Las flores de temporada han sido siempre uno de los elementos más importantesdel jardín. Los grandes macizos formados por ellas adquirieron gran importancia en el Reino Unido a mediados del siglo XIX. Estas especies presentan su esplendoren un momento determinado del año, para dejar luego su lugar a otras de las mismas características sin cambiar la estructura del jardín.

Clasificación
Junto a las vivaces, las plantas de temporada forman parte del grupo de las herbáceas de flor. Se diferencian entre sí en que la floración de éstas sólo se aprovecha una vez; en cambio, las vivaces duran varios años y, por lo tanto, tienen más floraciones.

Anuales
Se siembran en primavera o en verano y florecen en el mismo año, hasta que liega el otoño y se pierden con el frío.

Bianuales o bisanuales
Necesitan más tiempo para florecer. Su siembra puede realizarse desde mediados del verano hasta la mitad del otoño para que florezcan al final del invierno siguiente o en primavera.

Épocas de floración Primavera
Al principio de la primavera florecen las especies bianuales que se sembraron al final del verano o durante el otoño. Entre ellas se encuentran el alhelí, el alhelí amarillo y el pensamiento. Mediada la estación, florecerán las sembradas al final del invierno. Además de las anteriores, aparecen otras como la lunaria, malcomía y nomeolvides. Cuando termina la primavera se encuentra una mayor variedad de flores, que se sembraron al inicio de esta estación y han tenido varios meses para desarrollarse. Entre ellas se encuentran, además de las anteriores, otras muchas variedades de las siguientes plantas: agérato, begonia, margarita de los prados. caléndula, espuela de caballero, lobelía. alison, nemesia. nicotiana, petunia, flox. tagetes verdolaga y capuchina.

Verano
Es el mejor momento para las flores de temporada, tanto por su variedad como por la cantidad. Además, los macizos se encuentran en su mayor esplendor. Dentro de los siguientes géneros se puede encontrar gran cantidad de especies y vanedades para realizar fabulosas combinaciones: begonia, calceolaria, caléndula, celosía, helianto, siempreviva. balsamina, verdolaga. lobelia, alison, nemesia. petunia, guisante de olor, dondiego, bandenlla, flox. viola y zinnia.

Invierno
Algunas especies bianuales, si se sembraron al terminar el verano y el invierno es suave, pueden empezar a florecer en esta época y acabar de hacerlo, ya de forma abundante, al pnncipio i de la pnmavera. La col ornamental, el pensamiento y la pnmavera son las plantas más comentes.

Planificación de un macizo
Un macizo es una zona que acoge plantas de temporada. En él pueden rotar distintas floraciones a lo largo del año y además, ofrece la posibilidad de dar un toque personal al lardin.

Lugar
Debe colocarse próximo a la casa. donde pueda verse bien. La entrada al jardín es el sitio ideal, ya que permite contemplar el macizo desde la calle y ofrece distintos aspectos dependiendo de la época del año.
Las plantas de temporada cuentan con una larga y abundante floración. que se consigue colocándolas en un lugar soleado. Si se plantan en zonas umbrías, los tallos se debilitan. se alargan, y sus llores se reducen al mínimo.
El suelo debe ser suelto y neo en arena para que drene bien.

Plantas
La introducción de nuevas especies v la creación de diferentes varieda-
des de flores de temporada permiten escoger entre multitud de colores y formas. Si no se encuentran determinadas plantas, se puede recurrir a las semillas.

Altura
Al crear un macizo de plantas de flor debe tenerse en cuenta su altura y floración.
Se situarán en pnmera linea las plantas mas bajas, y las de mayor altura. detrás. De esta forma, se escalonaran sin que unas entorpezcan la visión de las otras.

Color
Al componer un grupo de plantas anuales, hay que tener en cuenta el color de las flores, además de su forma.
Lo mejor es situar los tonos vivos en primer plano y los más oscuros en la parte postenor, las flores mayores en la zona delantera y las menudas. detrás, para dar más profundidad. Algunas especies de hojas muy decorativas (kochia. Exiphoéa mar-gnato) pueden utilizarse como plan-las de temporada para que aponen una nota de color que no se consigue con las flores.

Plantas vivaces

Las plantas de flor que duran de un año para otro se llaman vivaces. Se diferencian de las bulbosas en que conservan parte de su follaje en invierno, aunque generalmente muy mermado y pegado al suelo. Son, por tanto, plantas herbáceas perennes y, en conjunto, especies rústicas, fuertes sobre el terreno y con pocas exigencias de cultivo.

Tipos de vivaces
Cuando llega el invierno, los tallos y las hojas de las plantas vivaces se reducen por la acción del frío. La forma en que se produce esta reducción sirve para establecer varios tipos^
1. Las que mantienen el follaje que poseían en los meses
de buen tiempo (acanto, hortensia de invierno, lastón y festuca azulada)
2. Aquellas que pierden parte de su follaje, quedando reducidas a una roseta de hojas junto al suelo (betónica mayor, milenrama y gaillardía).
Geranio.

Otros tipos
Hay dos tipos de plantas vivaces que no se ajustan estrictamente a la definición preliminar
  • Las que sólo mantienen sus raíces en invierno, rebrotando a partir de ellas cuando llega la primavera (peonía, astilbe y melocadia).
  • Aquellas que tienen órganos subterráneos de reserva, pero que no pueden incluirse en el grupo de las bulbosas porque en invierno conservan las hojas (agapanto, lirio, hemerocálide y linope).
Aplicaciones
Los usos de las plantas vivaces en el jardín son muy vanados, y abarcan desde lo ornamental hasta lo funcional. Según esto, se pueden utilizar para:
  • cobertura del suelo.
  • crear arriates.
  • hacer rocallas.
  • como tapizantes.
Vivaces como Plantas Cobertoras
En jardinería se llama planta cobertora a aquella que se desarrolla bastante frondosa y con poca altura, por lo que sirve para proteger la tierra de la desecación y/o la pérdida de suelo.
Otra ventaja que proporcionan es la de impedir el crecimiento de las malas hierbas, evitando la fatiga de tener que arrancarlas.
Muchas vivaces son excelentes plantas cobertoras porque son capaces de crecer muy juntas.

Cubierta de vivaces para sombra
La plantación al pie de árboles o arbustos grandes, o bien en espacios con sombra densa, impone, a menudo, bastantes restricciones, que pueden superarse utilizando plantas vivaces adaptadas a la falta de luz. La selección definitiva de especies dependerá de si la zona en sombra tiene más o menos humedad.

Preparación
  • Limpiar la zona de piedras y de cualquier otro elemento grueso. Además, es muy importante extirpar totalmente las malas hierbas. La tierra debe quedar mullida para que el arraigo de las plantasy su posterior expansión resulten más rápidos.
  • La incorporación de materia orgánica -compost o mantillo- sólo es imprescindible si la tierra es pobre o se prevén problemas de sequedad en el sustrato, como por ejemplo en la zona de las raíces de grandes árboles -que coincide con la parte situada debajo de la copa.
  • La densidad de plantación, es decir, el número de plantas por unidad de superficie (se expresa en unidades por nr). varía según el tamaño y la velocidad de crecimiento de cada especie.
  • Una vez plantadas, se dará un riego. Posteriormente habrá que mantener los espacios de tierra sin cubrir limpios de hierbas hasta que las vivaces ocupen toda la superficie. Algunas especies útiles para crear esta cubierta en condiciones de sombra son el acanto, la hortensia de invierno, la tiarella, la violeta, la vinca, la heuchera, la hermosa y la I¡guiaría.
Cubierta de vivaces para tierras secas y soleadas
La tierra del jardín debe estar siempre protegida por vegetación. El exceso de insolación y los cambios bruscos de temperatura que acusa el suelo cuando se encuentra desnudo dificultan la formación de una tierna fértil. En el jardín casi siempre hay alguna zona soleada, de tierra
no muy buena y que se tiene algo desatendida. Ésta es una situación en la que se puede crear una cubierta de plantas vivaces adaptadas a condiciones de escasa humedad y necesitadas de muy pocos cuidados.

Preparación
El terreno se prepara como en el caso antenor. Sin embargo, la incorporación de algún tipo de materia orgánica se hace más necesaria para mejorar las condiciones del suelo.
La plantación puede hacerse en otoño: pero si la zona es de inviernos fríos, es mepr realizarla en abril. Es importante que la plantación se haga densa para que el suelo quede cubierto antes; luego se podrán entresacar, eliminar o cambiar de sitio las plantitas nuevas que se produzcan.
Una vez plantadas, se dará un riego, pero posteriormente habrá que ir reduciendo los aportes de agua para que las especies se adapten a condiciones de poca humedad.
Es importante recortar las matas una vez florecidas. Algunas vivaces útiles en este caso son la betónica mayor, la gaillardía, la milenrama, la. nepeta, la gazania y la verbena.

Las rosas: usos y aplicaciones

Una de las muchas cualidades que hacen que el rosal sea unas de las plantas preferidas para un gran número de aficionados a la jardinería es la gran diversidad de usos que se le pueden dar: cubriendo muros, formando setos, borduras o macizos; plantada en macetas, dispuesta en pérgolas, o como flor cortada.
Para ello se puede contar con los pequeñísimos ejemplares miniatura, los arbustivos y tapizantes, o los vigorosos
rosales trepadores.

Macizos y Borduras
Estos dos tipos de formaciones florales son los más extendidos en los lardines.
Un macizo es una plantación aislada que puede observarse desde distintos ángulos. Los rosales más utilizados con este fin son los Híbridos de té, Flonbunda y Miniatura, pero es aconsejable no mezclarlos entre sí. Tampoco es fácil combinarlos con otro tipo de plantas. Sin embargo,
as rosas de aspecto rústico se prestan mejor a ser plantadas con otras especies.
Una bordura es una superficie de plantación adosada a un elemento del jardín, bien sea un fondo vegetal o un muro. por lo que sólo se puede apreciar frontal o lateralmente.

Composición de una bordura
Pnmero habrá que elegir un emplazamiento adecuado. Para cubrir ese espacio hay que pensar en las plantas, teniendo en cuenta su color, altura y época de floración. La bordura se compone en orden a tres planos:

Fondo
Para la realización del fondo se puede utilizar una planta de hoja perenne que resalte el rosal. Esto se consigue con plantas como el acebo o el cotoneaster.

Plano central
La plantación se puede hacer con ejemplares de floración pnmaveral como pueden ser la Rosa gallica 'Complicata' entre las rosas antiguas, y alguna moderna como la Rose 'Nevada'. Como acompañamiento se utilizan algunas clases de jaras. Esta plantación no debe sobrepasar el metro y medio de altura.

Primer plano
Es la zona más cercana a la vista y en ella las plantas deberán florecer a pnncipios de verano. Aquí se colocarán las duraderas. Una opción es elegir entre las rosas inglesas: la 'Otbello', por ejemplo. Acompañando a éstas, se pueden utilizar arbustos de floración estival (Ceonothus) y plantas de flor como lupinos e iris.

Plantación de rosales de enredadera
Dentro de esta clasificación se encuentran los rosales de gran desarrollo que incluyen los sarmentosos y trepadores. Normalmente se utilizan para cubnr vallas, como el 'Albenc Barbier, con flores perfumadas de color blanco. o el vigoroso 'Mermaid', de flores simples, grandes y de color amarillo claro. También se utilizan este tipo de arbustos para tapar grandes muros, como es el caso del 'Cécile Brvnner', con flores de color rosa suave y perfumadas. También es frecuente utilizar las rosas trepadoras para cubrir pérgolas. En cuanto a agrupaciones con otras plantas, armonizan bien con las clemátides, pero hay que procurar que coincidan siempre en color y época de floración.

Otras aplicaciones Tapizantes
Son plantas vistosas y muy agradecidas. Las hay que son completamente rastreras como la 'Nozomí, de flor blanca. o un poco más altas, como The Faiiy'. de flores dobles de color rosa. Combinan bien con plantas como la vinca, las moras rastreras o las fresas.

Cultivo en macetas
Las rosas no deben quedar muy holgadas en la maceta y ésta debe estar sobreelevada respecto al suelo. Será necesario colocar un buen drenaje en el fondo. Rosales apropiados para cultivar en maceta son la 'Cornelia'. de flor rosa, pequeña y perfumada; la 'Ispahon', de flor rosa y muy perfumada, y la 'Felicia', de características similares a las anteriores.

Flor cortada
Muchos rosales son apropiados para emplear sus flores cortadas en arreglos florales. Este es el caso de la 'Alba Maidens ñlush Great'. de flores perfumadas de color rosa; la 'Chapeau de Napoleón', con flores rosas perfumadas, y la Iceberg', con flor doble de color blanco.

El cultivo de las Rosas

Aunque es cierta la creencia popular de que los rosales son plantas poco exigentes, esto no debe ser llevado al extremo de plantar cualquier especie o variedad sin tener en cuenta el tipo de terreno o el clima.

Necesidades de cultivo
  • La mayor parte de los rosales prosperan en terrenos de textura media, fértiles, con un pH neutro o moderadamente alcalino.
  • En suelos frescos y de reacción acida, son preferibles las rosas rugosas o los rosales injertados sobre Roso canina.
  • Se evitará el terreno arenoso y el que tenga problemas de estancamiento de agua.
  • Los rosales necesitan sol, pero algunas especies toleran cierto grado de sombra.
  • A pesar de adaptarse a diferentes climas, las rosas pueden tener problemas en zonas con inviernos muy fríos. En este caso se deberá elegir entre rosales arbustivos rústicos ("Robusto'. 'Sally' 'Holmes', 'Rustí', Testerdoy'. Bonico), protegidos por un acolchado. En las zonas con veranos secos, los rosales detienen su crecimiento. Después, la vegetación se recupera para una segunda floración.
  • Hay que abonar los rosales al principio de la primavera, operación que se repetirá al iniciarse el verano.

Trasplante
Existen dos épocas para trasplantar. El rosal a raíz desnuda sólo puede
trasplantarse en periodos de ausencia de hoja. En zonas donde la temperatura mínima no baja de los -5DC, es aconsejable efectuar la plantación al terminar el otoño: pero en los lugares con inviernos más rigurosos se retrasará hasta el final de la estación. Si el rosal se compra en maceta, puede ser trasplantado en cualquier época, siempre que el cepellón esté bien formado y no se deshaga.

Técnica de plantación
  • En un terreno libre de malas hierbas, se cava un hoyo de plantación adecuado al tamaño del rosal.
  • En un suelo arcilloso será bueno disponer de un drenaje formado por grava o piedras.
  • Se aconseja añadir a la tierra que va sobre el drenaje materia orgánica, mezclándola bien; también se puede aportar harina de hueso.
  • Antes de plantar se recortarán las raíces dañadas.
  • A continuación, se introduce la planta en el hoyo, de forma que quede el cuello por debajo del nivel del suelo.
  • A la tierra de relleno se le añade 300 gramos de fertilizante compuesto, y se tapa el hoyo. Finalmente, se compacta ligeramente el terreno y se riega.
Poda de rosales
El corte, que se debe hacer con herramientas bien afiladas, teñe que ser limpio, por enoma de la yema e inclinado. Deberá podarse al final del invierno, pasadas las heladas, y siempre antes de que las yemas comiencen su desarrollo.

Rosales sarmentosos
La primera poda se hará en el momento de plantar, fijando los tallos sobre el soporte de manera que el rosal adquiera, con el tiempo. un desarrollo abierto. En años posteriores, la poda consistirá en el acortamiento de dos o tres yemas, con intervalos de 50 centímetros entre si, sobre el soporte de las ramas laterales, que son las que florecen. Los tallos principales no se acortan; se eliminan ya viejos para sustituirlos por ramas jóvenes.

Enemigos
Las enfermedades más frecuentes son el oi'dio. el mildíu y la roya. La mejor forma de combatirlas es prevenirlas con un cultivo adecuado. Las principales reglas para lograrlo son: evitar mojar las hojas: regar por la mañana: dejar que el aire circule libremente entre rosal y rosal, y aplicar abonos orgánicos y foliares evitando el exceso de nitrógeno. Otros enemigos son los pulgones, las cochinillas, las cetonias y la araña roja. En el capítulo Plagas y enfermedades se indican los remedios más apropiados para combatirlos; no obstante, se pueden utilizar tratamientos caseros. Contra los pulgones se emplea agua jabonosa a presión o se rocía la planta con preparados de tabaco: macerar cinco gramos de restos de tabaco y diluirlo en cuatro o cinco litros de agua.
Igualmente, plantar lavanda al pie de un rosal ejerce una función protectora frente a los ataques de algunos insectos.

Variedades de Rosas

A lo largo de los siglos, y con un número aproximado de más de 150 especies en origen, la rosa ha ¡do evolucionando, tanto por mutaciones naturales como por las realizadas por el hombre. Ésta es, quizá, una de las plantas más manipuladas en toda la historia de la jardinería, siendo los ejemplares modernos el producto de numerosos cruces realizados entre las distintas especies de rosales.

Origen
No se sabe mucho sobre el origen de las rosas y su evolución. Se han encontrado fósiles con hojas de rosales, pertenecientes a las eras terciaria y cuaternaria. Sin embargo, su cultivo como planta de ]ardín es bastante posterior. Se cree que los pioneros fueron los chinos, hace aproximadamente unos 5.000 años.

Distribución de las rosas silvestres
En general, florecen una vez al año y tienen frutos en otoño. Las flores son simples y con cinco pétalos, menos la Rosa senceo pteracantha del Himalaya, de gran valor ornamental, que tiene cuatro.
Las especies naturales del género pueden dividirse en cuatro grandes grupos según su procedencia geográfica.

Europa
De aroma suave, las rosas silvestres europeas tienen las flores de color blanco o rosa. En general, son bastante espinosas y muy rústicas. Las más comunes son la Roso canina y la Rosa gallica. La primera tiene las flores simples, de color rosa pálido, y abundantes frutos de tonalidad rojo-anaranjado. Las flores de la segunda van del rosa oscuro al suave, con largos estambres amarillos.

Oriente Medio
De esta parte del mundo proceden las auténticas rosas amarillas, como la Roso foeüda, un arbusto muy vigoroso de tallos flexibles y flores simples en forma de copa

Asia
Las flores de los rosales asiáticos aparecen en pequeños grupos y con pocas o casi ninguna espina, como es el caso de la popular trepadora Roso banksiae, de flores pequeñas de color blanco o amarillo. Otra especie muy interesante es la Roso bracteata, que posee espinas y grandes flores de color blanco.

América
Las rosas americanas tienen, en general, unas hojas de coloración otoñal interesante. Una de las más curiosas es la Roso foliolosa, de color rosa brillante, follaje diminuto y sin espinas.

Rosales que se utilizan en jardines
Esta selección está basada tanto en las características morfológicas de los rosales como en el uso que de ellos se hace en los jardines. Las denominadas especies hibndas han evolucionado por mutaciones naturales o por la intervención del hombre. Se dividen en dos grandes grupos: rosales antiguos y rosales modernos.

Rosales antiguos Damascena
De origen incierto, es una flor de color rosa, doble y muy perfumada, como la 'Roso domosceno Kazanük'.

Cnetifolia
Este grupo tiene también un origen poco claro. De flores aromáticas en verano, esta rosa es muy utilizada en hibridaciones; es el caso de la 'Fontin Lataur'.

Alba
Rosal grande de hojas verdes y gnsáceas, con abundante floración, en verano, como la 'Grear Maidens Bíush'

Borboniano
Híbrido espontáneo aparecido en la isla de Reunión. Es un rosal trepador de flores que brotan en verano-otoño. Es el caso de Mme. Fierre Oger.


Arbusto trepador y refloreciente de elegantes flores aromáticas. Un ejemplo es la 'Qoire de Dijori.
Rosales modernos

Miniatura
Arbustos de ha}as pequeñas con minúsculas flores agrupadas que brotan ininterrumpidamente en verano-otoño, como la 'Cinderella'.

Cubresuelos o tapizante
Pueden ser de porte extendido o rastrero, de ramas muy largas. La mayoría tiene una única floración. Es el caso de la 'Nozomi'.

Arbustivo
Rosal vigoroso y alto. Se suele utilizar como ejemplar aislado. La mayoría son reflorecientes. Un ejemplo de ello es la 'Marguerite Hilting'.

Trepadores o enredaderas
Rosales de largos tallos, flexibles o no, con flores solitanas o agrupadas en ramilletes, como la 'Handel'.

Híbrido de té
Rosal de flores grandes, dobles o semidobles. y solitarias. Tiene una floración continua, como la Boceara'.

Floribunda
Presenta flores agrupadas en grandes racimos que pueden ser simples, semidobles o dobles
y aparecen en verano-otoño. Un ejemplo es la 'Escapade'.

Enlaces

Estos son algunos de los sitios en los que aparecemos listados:

Trepadoras

Existe un grupo de plantas, altamente ornamentales, cuyos tallos no tienen la fuerza suficiente para sostenerse solos y han desarrollado la facultad de trepar para llegar más fácil y rápidamente a la luz del sol, sobre todo en las zonas tropicales. Gracias a su cualidad de crecer sobre muros, pilares, celosías o pérgolas, las trepadoras suponen un elemento de composición imprescindible en el jardín.

Tipos
Las modificaciones morfológicas desarrolladas por este tipo de plantas permiten clasificarlas en distintos grupos:

Enredaderas
La mayoría de las enredaderas son zurdas, es decir, se enrollan en sentido contrario a las agujas del reloj. Esta curiosa circunstancia no tiene todavía explicación científica. Algunos ejemplos son la glicinia o el jazmín chino.

Adhesivas
Se adhieren a las superficies por las que suben buscando la luz, sujetándose por medio de raíces aéreas. Son ideales para cubnr grandes muros, como es el caso de la hiedra. Dentro de este grupo, no muy numeroso, se incluyen también aquellas plantas cuyos tallos producen unos brotes especiales a modo de ventosas, como la hiedra japonesa.

Con zarcillos
Son plantas con órganos prensiles
que se desarrollan mejor sobre estructuras o soportes dispuestos horizontalmente. Aquí se incluyen las parras y las clemátides.

Con espinas
Este grupo, al que pertenece el rosal, presenta modificaciones en las hojas o en la prolongación de los tallos, de donde surgen espinas curvadas hacia abajo, en ocasiones de consistencia leñosa, con las que se agarran fuertemente a la vegetación o a la estructura que las soporta.

Setos

Generalmente los setos son alineaciones de arbustos, aunque también pueden serlo de árboles y trepadoras, que se crean para diferenciar espacios, ya sea como muro de un jardín o para delimitar distintos usos. También pueden utilizarse como un lienzo sobre el que contrasten colores, resalten formas y se combinen diferentes texturas.

Aplicaciones
Un seto puede utilizarse para disimular zonas poco estéticas, resaltar puntos de interés. ocultar y mejorar las vistas del jardín o impedir la observación del interior. También se emplea para me|orar un ambiente. aislándolo del ruido o de los vientos fuertes, e incluso para proteger y alimentar la pequeña fauna que habita en el jardín.

Distancias de plantación
No conviene colocar las plantas excesivamente juntas. pues a la larga será perjudicial para ellas. Como regla general, los arbustos de hoja ancha deberán separarse entre 40 y 90 centímetros y las coniferas, a distancias nunca inferiores a 60 centímetros.

Mantenimiento
Para conseguir que un seto crezca tupido y sano hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
  • Desde que se planta, se deben eliminar las yemas principales. De esta manera se consigue un follaje más denso y se evita que las ramas inferiores pierdan sus hojas.
  • Es conveniente aplicar abonos foliares que mejoren la salud y el vigor de las plantas. En el caso de las coniferas, como método preventivo, hay que aplicar fungicidas sistémicos tras las podas para evitar que enfermen.
  • La poda dependerá de si se trata de un seto formal o informal. En el primer caso habrá que realizarla, por lo menos, dos veces al año: una vez en pnmavera (tras el primer crecimiento) y otra primavera. Si el seto no tiene suficiente, es probable que comience a perder las hojas de las zonas bajas.
Una pantalla campestre
Para mejorar o cambiar el ambiente del jardín, hay que emplear una diversidad amplia de arbustos, mezclados con algún pequeño árbol y dejando que las plantas presenten una forma natural exenta de poda. Un seto natural (libre e informal) puede formarse con un conjunto de árboles caducos y de arbustos, tanto caducos como perennes. Como efecto secundario y beneficioso se obtendrá un aumento de la fauna en el jardín, especialmente de las aves.

Setos recortados
Dentro de los setos formales se distinguen dos grandes grupos:
  • Las coniferas, que en la actualidad se utilizan mucho.
  • Los arbustos de hoja ancha. Las primeras tienen como ventaja su crecimiento rápido, su densidad de follaje, su gran resistencia a los continuos recortes, y la rusticidad para todo tipo de suelos, incluso los más pobres. Sin embargo, son muy sensibles a las enfermedades cnptogámicas.
Especies recomendadas
Entre las especies más adecuadas para utilizarlas como setos formales se encuentran el falso ciprés de Leyland, de hojas perennes y de color verde medio, cuyo crecimiento es muy rápido: el mirto, de hojas perennes y olorosas y flores blancas, recomendado para zonas cálidas; el aligustre, de ho|as grandes de color verde oscuro, de crecimiento rápido; el ciprés de Anzona, de hojas perennes y azuladas, pero sensible a las enfermedades cnptogámicas; el laurel real, y la piracanta, ambos de hojas perennes.

Setos libres
No siempre hay que recortar de forma geométrica los setos. Bastará con hacer ciertos despuntes que mantengan el crecimiento por igual, y su poda siempre deberá realizarse después de la floración. Este tipo de setos destaca por su floración, generalmente más llamativa que la del grupo antenor.

Especies recomendadas
Entre las plantas más adecuadas para realizar setos libres se encuentran el durillo, de hoja perenne y flores blancas, una especie atractiva durante casi todo el año; la escalonia, de hojas lustrosas y flores rosas -aunque en suelos muy calizos sufre clorosis-; el bonetero, de hojas perennes y brillantes, que se puede encontrar en variedades doradas y no debe situarse a la sombra; la olivilla, de hojas perennes y plateadas y flores azules; el cotoneaster, una planta perenne muy rústica que da bayas rojas en otoño: el pitosporo, cuyas hojas son lustrosas y sus flores aromáticas, también de crecimiento rápido, y el bambú, con hojas perennes y textura interesante.

Arbustos de flor

Los arbustos de flor contribuyen a crear ambientes acogedores y, si se combinan bien, proporcionarán colorido durante buena parte del año y aportarán sus agradables aromas. Cuentan con la ventaja de que, pasados los primeros años, no requerirán cuidados especiales.

Clasificación por temporada Arbustos de primavera
En primavera comenzarán a florecer arbustos en los que todavía no han salido las hojas, por lo que deberán colocarse en lugares donde se puedan apreciar adecuadamente. Si se sitúa este tipo de plantas ante fondos claros, se perderá parte del efecto del color. Estos arbustos deberán podarse siempre después de la floración porque, de hacerlo en invierno, no florecerán, ya que se corre el riesgo de eliminar parte de las yemas de sus flores. La lluvia y el calor excesivo pueden ser muy perjudiciales para la duración de la flor. Asi', la floración de la forsitia puede permanecer varias semanas, pero si llueve o hace calor durará pocos días. Se pueden realizar dos atractivas composiciones en el jardín: por una parte el membrillero del Japón, de color rosa; la forsitia, amarilla: y la lila, azul y blanca. Por otra, la azalea, de color rosa, azul o blanco, y la retama, de flor amarilla.

Arbustos de verano
Tras la primavera comienzan a florecer otros arbustos con una floración más continua y duradera, pero es necesario que no les falte el agua. Dentro de este grupo se encuentran ejemplares de espectacular floración, como la budleya, y otros de floración pobre pero que
posteriormente darán unas bonitas bayas.
Mezclar diferentes especies de distintos tamaños puede dar buen resultado. Delante de un seto o grupo de arbustos perennes -laurel real, por ejemplo- pueden ir plantas altas y de colores que contrasten con el fondo oscuro del seto, como los celindos o las budleyas. Ante éstas habrá que plantar arbustos de porte más bajo, como las abelias o jaras, y, por último, se dispondrán pequeños arbustos como las lavandas, los espliegos o las santolinas.
El membrillo del Japón abre sus flores en primavera.
Conocer los colores ayudará a distribuir los arbustos en el jardín: espirea, blanca; budleya. azul y blanca; celinda, blanca; abelia, rosa; cincoenrama, amarilla y roja.

Arbustos de otoño
En esta época comienzan a desprenderse las hojas de la mayoría de las plantas. Sin embargo, algunas de ellas esperan a este momento para florecer. El madroño combina de forma espectacular la aparición de sus frutos con las flores, creando un bello
colorido.
Hay que tener precaución con los primeros fríos, ya que pueden dañar la floración. En otoño es posible encontrar los siguiente arbustos: madroño, de color blanco; flor de Pascua, roja: romero,
azul, y Eleagnus pungens, blanca.

Arbustos de invierno
Son escasos los arbustos de floración invernal, y por eso llamarán la atención los que se pongan en el jardín. Su mayor amenaza procede de las heladas, si éstas se producen cuando están en flor. Los arbustos que destacan en esta época se quedarán en un segundo plano cuando comience a florecer el resto del jardín, por lo que no deben situarse en lugares excesivamente importantes. En este grupo se encuentran el Chimonanthus praecox, de color amarillo; el falso avellano, también amarillo; el dunllo. blanco; el brezo, rosa, y la camelia, blanca.

Cuidados
Para que los arbustos crezcan sanos y den muchas flores, hay que preparar el terreno removiendo bien la tierra para que se airee, eliminando las malas hierbas y aportando materia orgánica. Después, sólo habrá que regar, proporcionar abono mineral dos veces al año y controlar la aparición de posibles plagas y enfermedades.

Distribución
Para dar mayor riqueza a la composición, se situarán en el centro las plantas que vayan a alcanzar mayor altura. También habrá que procurar que aquéllas cuya floración dure más tiempo ocupen un lugar privilegiado. Este es el caso del celindo. En las zonas de paso pueden situarse las plantas que tengan interés durante más tiempo y los arbustos de flores olorosas cuyo aroma se perciba al pasar. Para conseguir un buen efecto de conjunto, habrá que seleccionar la combinación de los arbustos, teniendo en cuenta el color de las flores y la época en que aparecen. sin olvidar la persistencia de las hojas, su textura y su forma.

Composición aislada
Por otra parte, si se considera que una planta merece la pena, puede exponerse como ejemplar aislado para que desarrolle su porte natural y crezca libremente sin tener que competir con otras por los nutrientes. En el empleo de arbustos individuales deben utilizarse plantas que sean valiosas durante más de una época del año.

Arbustos de hoja

Los arbustos son plantas que ayudan a modelar el jardín y le dan profundidad. Las especies de hojas, con sus diferentes tonos, formas y texturas, enriquecen las composiciones vegetales y son capaces de crear diferentes efectos en el paisaje.

Clasificación por colores
Al planificar el color, debe tenerse en cuenta la ubicación del jardín: si se encuentra rodeado de un ambiente natural, no resultará conveniente utilizar tonos fuertes. Por el contrario, si está en una ciudad, se agradecerá su riqueza de colorido. Los colores también pueden utilizarse para que los jardines parezcan mayores, más pequeños. más anchos o más estrechos.

Verde
El verde es la base de los jardines, que neutralizará y contrastará con el resto de los colores y aportará un fondo perfecto para otras tonalidades, como los bnllantes colores otoñales de las especies caducas. Para evitar su monotonía, se utilizan plantas de diferentes tonos y texturas, aunque es muy importante que este color domine sobre cualquier otro Como fondos, son muy adecuados el bou, el laurel real, el pitosporo. el durillo y el acebo.

Púrpura y rojo
Producen un ambiente cálido en el jardín y dan color en los días nublados, pero no hay que abusar de ellos. Estas plantas suelen combinar bien con otros arbustos de hojas claras, y están muy indicadas como elementos solitarios de contraste. Requieren siempre exposiciones soleadas.
El ciruelo rojo, muy empleado en los parques y jardines de toda España, forma parte de este grupo. Otros arbustos pertenecientes a él son el árbol de las pelucas, el avellano rojo, la fotmia,
la andrómeda, el Pieris Forest Flame y la odonaea viscosa.

Gris azulado
Estos arbustos proporcionan una atmósfera fresca y combinan muy bien con flores blancas y azules. La mayor parte de ellos son amantes del sol, requieren un suelo bien drenado y, por lo general. soportan la sequía y los suelos pobres. En la península Ibérica existen numerosos arbustos autóctonos con estas características. La mayor parte de las familias aromáticas pertenece a este grupo: la salvia, la lavanda y la santolina.

Dorados
Los arbustos dorados logran un efecto soleado y brillante. Es interesante combinarlos con plantas de color verde oscuro con el fin de favorecer el contraste. La mayoría necesita mucho sol para no perder la coloración. Una planta muy corriente con estas características es el bonetero, aunque, si no se sitúa a pleno sol. perderá su color y será muy propenso al oídio. Otros arbustos comunes de este color son el saúco dorado y el boj dorado.

Matizados
En este grupo se encuentran todos los arbustos matizados de blanco, color producido normalmente por una virosis benigna. Se trata de plantas que crean una atmósfera fresca y tranquila. Por lo general, son menos vigorosas que la especie tipo. Ejemplares muy comunes que presentan esta clase de cultivares son el acebo. el aligustre y la aucuba.

Clasificación por sus frutos
Existe un tipo de arbustos que. tras una floración estival generalmente discreta, rompen en colorido al llegar el otoño, cuando sus bayas comienzan a madurar. Con sus tonos ennquecen los jardines en una época bastante escasa de flores. Sus bayas resaltan sobre los arbustos de follaje verde oscuro, pero también atraen a numerosos pajarillos, que se alimentan de las bayas cuando la comida empieza a escasear. Entre ellos se encuentran las perlas de la Virgen, el cotoneaster, el acebo y el espino de fuego.

Otros
Hay también arbustos de hoja caduca, cuyas ramas tienen, sin embargo, gran belleza. Para que resalten su color y forma es imprescindible crear un fondo adecuado. En este grupo se pueden incluir el cornejo blanco, de llamativas ramas de color rojo vivo; el avellano, de ramas retorcidas, y el cornejo.

Aplicaciones
  • Contraste de colores
Los clásicos arbustos de follaje verde ayudan a que resalten otros elementos (ya sean plantas o diferentes objetos). Además, pueden combinarse entre sí. o con otras especies, para conseguir contrastes y armonías. Es el caso, por ejemplo, de la forsrtia de flor amarilla, que resaltara más al lado de un arbusto de follaje púrpura que sobre un fondo claro.
  • Contraste de formas y texturas
Algo similar a lo que ocurre con los colores puede hacerse teniendo en cuenta las formas y las texturas. Una forma esférica contrastará sobre una vertical, y una textura fina resultara más atractiva al lado de otra más densa.

Ejemplos de contraste
Son plantas que producen excelentes contrastes entre su floración -es el caso del durillo o la escalonia . su fructificación -como el cotoneaster o la piracanta-e incluso con las diferentes coloraciones de su follaje -aucuba y fotmia- Por ello, deben emplearse como fondo o en segundo plano. Así. por ejemplo, un grupo de dunllos hará resaltar el valor de unas espireas de porte más bajo y floración blanca.

Cuidados
Requieren unos cuidados mínimos, que se limitan a un ligero recorte. A diferencia de la mayor parte de los arbustos, sus hojas transpiran y no se desprenden, por lo que en momentos de mucha insolación hay que aplicar algún negó.
También hay que tener en cuenta que las hojas de este grupo de arbustos son sensibles a enfermedades como el oídio. Entre las plantas más propensas a ellas -especialmente aquellas que están a la sombrase encuentran la fotmia y el bonetero.

Elección de especies

  • Al elegir las palmeras para el jardín, se debe tener especial cuidado en escoger aquellas que se adapten perfectamente al clima del lugar. Este es el pnncipal problema que presentan, ya que la mayoría de ellas no toleran las temperaturas inferiores a 0°C La que mejor soporta el frío es el palmito de la China
  • Otro factor importante es la humedad o sequedad del aire, ya que las palmeras prefieren los ambientes húmedos.
  • También hay que tener en cuenta la exposición solar que va a recibir. Una palmera que prefiera la sombra, amarilleará a pleno sol.
  • Existen especies más tolerantes que otras al viento y la polución atmosférica.