Ficus

Los ficus pertenecen a la familia de las moráceas y se encuentran distribuidos por todas las regiones cálidas del mundo, especialmente en el continente asiático. Incluyen más de 600 especies diferentes, como la higuera, muchas de las cuales se emplean habitualmente como plantas de interior por su atractivo follaje y su desarrollo como arbolillos.







Características

  • Comprenden árboles. arbustos y plantas trepadoras de hoja perenne y caduca.
  • La floración, poco frecuente, aparece en primavera y verano.
  • El fruto, en forma de pera, no es en realidad un fruto, sino un conjunto de frutos llamado sicono. Algunos son comestibles o tienen atractivos colores naranjas o morados.
  • Al efectuarles cortes emiten látex, una sustancia acuosa de aspecto lechoso que, al entrar en contacto con el aire, se solidifica con rapidez.
  • Muchos poseen la facultad de emitir raíces aéreas que, con el tiempo, llegan al suelo y enraizan, pareciendo que los ficus tengan vanos troncos.
  • Algunos son epifrtos, es decir, germinan y se desarrollan sobre otras plantas pero sin vivir a su costa, aunque en muchas ocasiones terminan ahogándolas.
  • En las zonas cálidas sustituyen a las grandes frondosas arbóreas de las áreas frías, ofreciendo una fresca y agradable sombra.
Especies
Ficus benjamina
  • También llamado higuera llorona, procede de Malasia y es un árbol de hoja perenne con aspecto elegante, ramas delgadas y pequeñas hojas verdes elípticas acabadas en punta. En ambientes húmedos emite llamativas raíces aéreas.
  • Necesita estar situado en lugares bien iluminados y alejado de las corrientes de aire. Se multiplica por esquejes apicales de tallo en primavera.
Ficus Deltoidea
  • Conocido como higuera mistelote, procede de la península Indomalaya. Es un arbusto con pequeñas hojas redondeadas de brillante color verde. Fructifica desde muy joven y los frutos toman un bonito color amarillo-anaranjado antes de caer.
  • No es muy popular, aunque se trata de una de las especies más resistentes y de más fácil cultivo. Tolera exposiciones en zonas oscuras y resiste temperaturas de hasta 5°C Se puede multiplicar por esquejes o acodo en primavera. Es conveniente elegir ejemplares de aspecto compacto.
Ficus elástica
  • Se le llama árbol del caucho y procede de la península Indomalaya, Es un árbol perenne, de gran desarrollo, con hojas elípticas, coriáceas y de color verde oscuro brillante, envueltas antes de abrir en una vaina roja acabada en punta.
  • Prefiere situaciones soleadas, ambientes cálidos y agua abundante.
  • Se reproduce muy bien por acodo aéreo.
Ficus lyrata
  • Comúnmepte llamado ficus hoja de lira, procede del África tropical. Es una planta perenne de aspecto majestuoso, con grandes hojas de intenso color verde.
  • Crece con lentitud y requiere algunos cuidados más que otras especies.
  • Es muy sensible a los cambios de temperatura. Conviene pulverizar su follaje con frecuencia, pero sin emplear abnllantadores. Se multiplica por acodo aéreo o por esquejes termínales en primavera y verano.
Ficus pumita
  • Es el ficus trepador y procede de Formosa y China. A diferencia de los otros, se ayuda de sus pequeñas raíces aéreas para fijarse a las superficies. Tiene pequeñas hojas redondeadas que, al alcanzar la madurez, se vuelven ovales y grandes.
  • Prefiere la sombra y los ambientes húmedos. La humedad debe ser extensible al sustrato, pues si se deja secar. aunque sea puntualmente, muere. En primavera se pueden cortar esquejes apicales de unos 10 centímetros de longitud, aunque también se multiplica por acodo.
Usos
Los ficus que tienen portes arbóreos, como el Ficus lyrata y el ficus elástica, es me|or colocarlos en espacios amplios del hogar, como el salón, que les permitan desarrollarse en todo su esplendor para que resulten un elemento decorativo singular. Los que poseen tallos delgados y flexibles, como el ficus pumila. se pueden utilizar como trepadores, como colgantes o como plantas rastreras para tapizar las jardineras.

Cultivo
  • Aunque soportan las exposiciones semisombreadas, los ficus prefieren las luminosas, pero nunca a pleno sol. La sombra densa provoca la defoliación y muerte de las plantas.
  • Algunos resisten temperaturas cercanas a 0°C por cortos periodos de tiempo; sin embargo, lo ideal para su correcto desarrollo es que la temperatura nunca sea inferiora los 10°C
  • Los suelos han de ser fértiles, con un alto contenido en materia orgánica, húmedos y bien drenados.
  • El riego debe ser moderado, sobre todo cuando las temperaturas son bajas. Durante la primavera y el verano requieren un abonado periódico.
  • Si se cultivan en interior. es conveniente pulverizarlos frecuentemente con agua tibia.
Plagas y enfermedades
Las principales afecciones vienen provocadas por la falta de luz, un exceso de negó o temperaturas demasiado bajas, que provocan generalmente el amarilleamiento de las hojas y su posterior caída.
  • En ambientes secos son atacados por la araña roja, que se combate con frecuentes pulverizaciones y con un tratamiento acaricida. También las hojas son sensibles a las cochinillas, por lo que se deben tratar una a una con un algodón empapado en alcohol metílico.

Plantas de follaje verde

Se denominan plantas de follaje verde a todas aquellas especies de interior que son especialmente interesantes o atractivas por sus hojas. Dada la cantidad y la variedad de ellas existentes, se distingue entre plantas de hoja grande, de hoja pequeña y palmeras. En esta primera parte, además de ofrecer una serie de recomendaciones generales referentes al cultivo, se dan a conocer algunas de las especies de hoja grande más representativas.

Necesidades generales
Las plantas de intenor que destacan por su follaje verde requieren una sene de cuidados específicos:
Iluminación
A la hora de ubicar una planta de follaje verde en una habitación, se debe tener en cuenta el tamaño de sus hojas para situarla más o menos cerca de la luz. Como norma general, las especies de mtenor de hojas grandes requieren menos luz que las de follaje más pequeño. En ningún caso se debe exponer una planta de interior a pleno sol.

Humedad
La humedad, particularmente la ambiental, es otro de los factores importantes para las plantas de follaje verde, en especial en el caso de las palmeras y algunas especies de hoja grande. Cuando el ambiente de una habitación es excesivamente seco para las plantas, comienzan a secarse los extremos de sus hojas. En las de follaje grande se debe mantener la tierra húmeda y pulvenzar con agua de vez en cuando, evitando en lo posible las fuertes comentes de aire, ya que producen
un exceso de transpiración. Las plantas de hoja pequeña requieren menores índices hídncos
y ambientales.

Cuidados
Especialmente en las especies que posean hojas grandes y duras, es conveniente limpiar las hojas con un paño humedecido en agua tibia. Si se usan abnllantadores, se deben seguir las recomendaciones del fabricante y duchar la planta después de cada aplicación para eliminar el exceso de producto.

Plantas de hoja GRANDE
Son especies que, en general, no necesitan mucha iluminación: además, un exceso de luz puede producir quemaduras en las hojas o un progresivo amanlleamiento que debilitará a la planta. Entre las especies de hoja grande más características se encuentran las siguientes:

Paraguas
  • Muy conocida como planta de interior, presenta un gran porte formado por uno o más tallos que pueden alcanzar hasta dos metros de altura. Sus hojas son de color verde oscuro, compuestas y palmeadas.
  • Tiene que disfrutar de una temperatura alta y una humedad constante.
Platanera
  • Se trata de una especie muy parecida a la planta que produce los plátanos comestibles. Mide un metro de altura, pero lo que más llama la atención son sus grandes hojas, de 60 a 90 centímetros de longitud y 30 de ancho.
  • Necesita una humedad ambiental suficiente y un sustrato rico en materia orgánica. En ocasiones sufre ataques de insectos defoliadores, que son fáciles de controlar con un insecticida de ingestión. Dado el gran desarrollo de sus hojas, debe ubicarse en habitaciones grandes y bien iluminadas.
Aralia
  • Arbusto de crecimiento rápido con hojas palmeadas de color verde brillante, Puede llegar a medir hasta 1,5 metros de altura.
  • Un exceso de temperatura y la falta de luz en el interior del hogar pueden provocar el amarilleo y la posterior caída de sus hojas. Por el contrario, no teme las bajas temperaturas. Se debe vigilar la aparición de pulgones.
Aspidistra
  • Es onginaria de China y presenta hojas grandes y bnllantes de color verde oscuro.
  • Es una planta muy sencilla de cuidar y puede vivir muchos años, por lo que se ha hecho muy común en intenores, especialmente en habitaciones umbrías, ya que soporta índices de iluminación extremadamente bajos.
  • Prefiere los ambientes secos y los sustratos pobres. La aplicación de fertilizantes puede llegar a ser perjudicial.
Costilla de Adán
  • Esta planta semitrepadora destaca por sus grandes hojas que, aunque en un principio son enteras, con el tiempo van formando lóbulos profundos que recuerdan la disposición de las costillas humanas.
  • No soporta las temperaturas inferiores a los 10°C. Los ápices de las hojas pueden amarillear por exceso o defecto de riego. Emite constantemente raíces aéreas mediante las cuales se puede multiplicar con facilidad. Por su gran tamaño, debe situarse en habitaciones amplias

Plantas de interior: cuidados

Las especies de interior, como las de jardín, necesitan ciertos mantenimientos. En realidad se trata de realizar pequeñas tareas que no ocupan mucho tiempo y que, si se hacen de forma periódica y en el momento adecuado, las plantas quedarán agradecidas y crecerán sanas y vigorosas.

Entutorados
Al igual que en las plantas de jardín, la inclinación de las especies de intenor se comge con tutores de plástico, caña o bambú. Las trepadoras (algunos filodendros, el potos, o el jazmín de Madagascar) pueden guiarse con un tutor de musgo para que las plantas se agarren más fácilmente. Si éste se pulvenza con agua frecuentemente, aportará humedad constante a las plantas (además, las que tengan raíces aéreas se agarrarán sobre el tutor), pero habrá que disminuir los negos.

Abonado
Conviene recordar algunas pautas básicas respecto a la aplicación de abono en las especies de interior
  • Antes de abonar la planta conviene dar un riego; así podrá asimilar mejor los nutrientes. Si el sustrato está seco, el fertilizante puede ser perjudicial.
  • Durante el invierno no se suele abonar y, en algunos casos, es dañino para la floración.
  • Un exceso de abono puede ser nocivo para la planta, ya que provoca un crecimiento largo y débil de los tallos.
Elección de abonos según las especies Antes de elegir un abono para las plantas de interior hay que seguir unas recomendaciones:
  • Los abonos foliares solubles en agua, que se aportan rociando las hojas, son especialmente útiles para las especies epífitas, como es el caso de las bromelias.
  • Los granulados y en polvo se utilizan menos en las plantas de intenor, aunque en algunas ocasiones vayan bien, ya que suelen tener una asimilación más lenta y no obligan a realizar abonados frecuentes.
  • Las plantas decorativas por sus hojas verdes se deben abonar con compuestos ricos en nitrógeno, que es el elemento que se encarga tanto del desarrollo de los tallos y de las nuevas hojas como de daries el color verde.
  • A las especies de hojas coloreadas no se les aplicarán abonos ricos en nitrógeno, ya que las hojas pueden perder la coloración.
  • Aquellas plantas utilizadas por su floración se deben abonar con productos ricos en fósforo y potasio.
Podas
  • En las plantas con forma arbustiva, como la azalea o la gardenia, que no se desarrollen bien y tengan muchos brotes débiles, se puede realizar una poda para fortalecerlas reduciendo los tallos a una altura apropiada y dejando en el extremo alguna pequeña rama o yema.
  • Si las plantas crecen en altura y no ensanchan en la misma proporción, se deberán cortar los extremos de los tallos.
  • Las especies trepadoras o colgantes que sólo tengan uno o dos tallos con pocos brotes laterales se pueden pinzar en los extremos para que salgan nuevas ramas.
Trasplantes
Con las especies de interior se deben seguir las siguientes recomendaciones respecto a los trasplantes:
  • La mejor época para realizarlos es al final del invierno, ya que suele coincidir con la parada vegetativa de muchas especies. Aquellas que florezcan durante el invierno es preferible trasplantarlas después de la floración.
  • Las plantas se deben cambiar cada uno o dos años a otra maceta de mayor tamaño. Si son de poco desarrollo o su trasplante no resulta conveniente, bastará con renovar el sustrato.
  • Después del trasplante no es aconsejable dejar la planta en un lugar con luz excesiva y temperatura alta.
  • No se debe recurrir a tierra del jardín para rellenar las macetas: las especies de interior necesitan un sustrato ácido y neo en turba.
  • Las plantas que tienen una cantidad excesiva de brotes, próximos unos a otros, se pueden dividir, obteniendo varios ejemplares y colocándolos en tiestos diferentes.
  • Existen especies, como la clivia y las cintas, que no necesitan trasplantes frecuentes porque florecen mejor cuando sus raíces se agolpan en la maceta

Plantas de interior: temperatura y humedad

Además de la iluminación, en el cultivo de las plantas de interior se debe prestar atención a otros dos factores: la temperatura y la humedad. La influencia de todos ellos en el crecimiento vegetal está interrelacionada, de forma que no cabe atender a uno sin que los otros dos se mantengan en unos niveles acordes con el primero. Los desajustes en esa relación son la causa de la mayoría de los problemas de las plantas de interior.

Temperatura
Los requerimientos de temperatura de los ejemplares de interior son, en general. mayores que los de las plantas de jardín, aunque varían según la especie.

Adaptación de la temperatura
  • La temperatura ha de ser más elevada durante la época de crecimiento, que suele coincidir con la primavera y el verano.
  • La temperatura nocturna debe ser siempre algo más fresca que la diurna. Esa diferencia tiene que oscilar entre los 3 o 4°C.
  • Durante la parada vegetativa de la planta, la temperatura tiene que ser algo más baja. Como esta fase suele coincidir con el invierno, cuando en las casas está encendida la calefacción, habrá que procurar ubicar las plantas en rincones poco caldeados.
  • La proximidad de los radiadores y las corrientes de aire frío son muy perjudiciales para las especies de interior.
  • Salvo en estancias muy iluminadas, se ha de procurar no rebasar los 24°C, por lo que hay que ventilar la habitación suavemente cuando se caldee en exceso. Las plantas tropicales, no obstante, aguantan bien hasta los 35°C en lugares muy luminosos y con humedad suficiente. La begonia se desarrolla mejor en ambientes templados cuya temperatura no baje de los ICC.
Requerimientos
Se pueden distinguir tres necesidades diferentes de temperatura en el conjunto de las plantas de intenor.
  • Baja (ambiente fresco): la temperatura mínima es de 7 a 10°C Es el nivel necesario para plantas de extenor que sólo ocasionalmente se tienen dentro de casa (azalea, brezo, primavera, ciclamen) y para algunas especies de interior (aucuba. aralia. hiedra).
  • Moderada (ambiente templado): la temperatura mínima ronda los 10 o 15°C, y es la ideal para plantas como la clivia, la aspidistra, la esparraguera o la cheflera.
  • Alta (ambiente cálido): la temperatura mínima es de 15 o 20°C Es el nivel requerido por la mayoría de los grupos botánicos dé interior bromelias, orquídeas, dracenas, ficus, etcétera.

Humedad del sustrato
Las plantas han de disponer de más humedad en la tierra durante los meses de crecimiento, y ésta se debe corresponder con unos niveles de iluminación y de temperatura también más attos. El mantenimiento de la humedad en el sustrato depende de vanos factores: el calor y la luz que recibe la planta, la clase de tierra, el ritmo de crecimiento de la especie y el tipo y tamaño del recipiente de cultivo.
  • La humedad en la tierra debe ajustarse al estado vegetativo de la planta. Un ambiente frío y un sustrato mojado constituyen una combinación muy perjudicial.
  • La frecuencia de negó tiene que tender a mantener la tierra con un nivel de humedad entre moderado y ligero. En verano, y según los casos, tendrá que ser mayor, y en invierno, menor, pero nunca se debe secar por completo, sobre todo si el sustrato es a base de turba
Humedad del aire
Es necesaria siempre que el ambiente sea caluroso, aunque la tierra esté mojada. Un higrómetro ayuda a saber el nivel de humedad en el aire. Valores entre el 50 y el 75% son aceptables para la mayoría de estas especies. En interiores, hay varios procedimientos para elevar la humedad ambiental:
  • Colocar recipientes con agua (humectadores) en los radiadores.
  • Introducir las macetas en recipientes más grandes y rellenarlos de turba húmeda.
  • Las comentes de aire provocan un descenso en la temperatura y la humedad del aire, muy perjudicial para las plantas de interior, en especial si se producen en invierno.
  • Las especies con la lámina de la hoja consistente y algo gruesa (cheflera, clivia) aguantan mejor en atmósferas poco húmedas.

Plantas de interior: iluminación

La luz es uno de los factores más importantes en el cultivo de las especies de interior. Su falta se manifiesta por la escasez de floración, pérdida de color, caída de las hojas y debilitamiento general, ya que las plantas no realizan la fotosíntesis de una manera adecuada. Asimismo, un exceso de luz puede ser perjudicial para aquellos ejemplares que tengan preferencia por exposiciones más umbrías, ya que sus hojas amarillean y las flores adquieren tonos más pálidos.

LUZ NATURAL
Las plantas que se cultivan en el intenor de las casas viven de la luz que les llega desde las ventanas y los balcones. La intensidad de ésta se reduce a menos de la mitad justo al traspasar el cristal de la ventana y, a partir de ahí, se va degradando a medida que los rayos se internan en la habitación.

Factores de influencia lumínica
Características de la habitación Además de la forma y las dimensiones de la estancia. también influye el color. Si las paredes son blancas. la cantidad de luz es mayor. ya que se refleja, mientras que las paredes oscuras la absorben.

Los estodones
La intensidad de la luz también depende de la época del año. En los meses de otoño
o invierno la insolación es menor pero más directa, ya que el sol está más bajo; en cambio, en verano los rayos no llegan tan directos, pero su intensidad es mayor.

Otros factores
La onentación de la habitación. el número y tamaño de las ventanas o los balcones, la presencia de edificios cercanos y la región donde se encuentre la vivienda son también factores a tener en cuenta.

LUZ ARTIFICIAL
Las lámparas pueden complementar la deficiencia de luz natural en el cultivo de las plantas.
• Las bombillas incandescentes. de uso habitual en los hogares. presentan los inconvenientes de que su luz suele ser insuficiente y da mucho calor, por lo que conviene mantenerlas a cierta distancia de las plantas.
• Los tubos fluorescentes aportan menos calor, pero su iluminación es más intensa.
• Las llamadas lámparas mixtas (que combinan la luz de los tubos fluorescentes y la de las bombillas usuales) son las más recomendables. ya que su iluminación es parecida a la solar.
• Las lámparas de mercurio, cuya luz es más blanca que la solar, resultan adecuadas para los invernaderos.

Necesidades de luz
La elección de las especies dependerá del tipo de luz que reciba la habitación; en este sentido, la orientación de la estancia va a ser determinante. Normalmente, las plantas de interior no toleran el sol directo, por lo que no es conveniente situarlas tras las ventanas, a no ser que la luz penetre
filtrada a través de una persiana o cortina. Para las habitaciones orientadas al sur se elegirán plantas con mayores necesidades de luz. En las que den al norte se dispondrán las especies que toleren menos intensidad luminosa, pero, en este caso, se pueden colocar cerca de la ventana
al ser la luz menos intensa. De todas formas, para cultivar especies de intenor, las mejores exposiciones son este y oeste. La cantidad de luz influye también en la temperatura y en la humedad; así, a mayor iluminación se tendrá una temperatura más elevada y una menor humedad ambiental. El criterio para la elección de las plantas dependerá del tipo de iluminación del hogar.

Pleno sol
Algunas especies de interior toleran los rayos directos del sol en una exposición sur, necesitando en invierno cinco o seis horas de sol diarias. Algunos ejemplos son:
• Especies que se dan también en extenores: agapanto, abutilón, callistemo.
• Plantas crasas: euforbias, epifilum, rebutia.
• Plantas de flor buvardia, beloperone, ave del paraíso.
• Plantas decorativas por sus hojas: sansevieria, iresine. saxífraga.
Mucha luz
En este grupo se encuentran las especies que necesitan de dos a cinco horas diarias de sol durante el invierno.
  • Plantas decorativas por sus flores: begonias de flor, medinilla, gardenia, singonio. Especies decorativas por sus hojas: aglaonema, crotón, coleo, bromelias, diefembaquia.
Media luz
Las plantas que no necesitan una iluminación muy alta se deben situar en habitaciones onentadas al este o al oeste, cerca de la luz pero sin que les den los rayos directos del sol.
  • Plantas de flor ciclamen, azalea, violeta afneana, hoya.
  • Especies decorativas por sus hojas: ficus, potos, maranta, calatea, filodendro.
Poca luz
Hay especies que, aunque se desarrollarían mejor en condiciones de mayor luminosidad, toleran niveles bajos de iluminación
  • Plantas de flor tienen mayores requerimientos de luz, pero especies como los antunos, las clivias, el espatifilo y algunas orquídeas se pueden situar en ventanas onentadas al norte.
  • Las plantas decorativas por sus hojas, como la begonia, la aralia y la aspidistra prefieren los ambientes frescos. También algunos heléchos (culantrillo, nido de ave, cuerno de alce) y otras plantas como la sansevieria y la esparraguera admiten poca luz, pero necesitan mayor temperatura.
  • Palmeras: la que mejor se adapta es la chamaedorea.

Herramientas y Accesorios

La salud de las plantas de interior depende fundamentalmente de los cuidados a los que estén sometidas, garantizando sus necesidades de luz, temperatura y agua. En estas tareas, cuya finalidad es recrear un ambiente similar al lugar de origen de las especies, intervienen varios útiles y accesorios exclusivos en el mantenimiento de este tipo de plantas.

Herramientas
  • El trasplantación también llamado palín, una pequeña pala cóncava y picuda, se emplea tanto para extraer el cepellón de la planta como para aportar el sustrato al trasplantarla.
  • El tridente y el escarificador se utilizan para remover y airear la capa superficial de tierra de las macetas.
  • Aunque las plantas de interior no se deben podar, ocasionalmente puede resultar necesario disponer de tijeras para cortar las flores marchitas y las hojas viejas.
  • Es aconsejable que la regadera utilizada tenga el cuello largo para poder acceder mejor al sustrato y a aquellas plantas que estén colgadas o situadas en lo alto de estantes.
  • Por su procedencia tropical y subtropical, la humedad es una de las principales necesidades de las plantas de interior. El empleo de pulverizadores que expulsan el agua en forma de lluvia fina es una buena fórmula para resolver el problema.
Macetas De barro
Cada vez se usan menos en intenores por su peso y fragilidad, pero sobre todo porque, al ser porosas, evaporan la humedad del sustrato. Por eso son aconsejables para contener plantas que no requieran tierras con una humedad constante.

De plástico
Son muy empleadas por su ligereza y resistencia. Presentan, además, formas muy diversas y perfectas imitaciones a las de barro, Al no ser porosas, son ideales para aquellas plantas que necesitan sustratos constantemente húmedos. Es conveniente comprobar siempre que el agujero de drenaje esté bien perforado, pues es la única manera que tienen de eliminar el agua sobrante.

Platos
Se utilizan habitualmente para recoger el agua sobrante del negó. Pueden ser de barro o de plástico, aunque en interiores son preferibles estos últimos, pues no dejan cercos ni marcas en el suelo o en los muebles; también son menos frágiles y aguantan mejor el peso de las macetas.

Otros útiles Hidrojardineras
Son recipientes de materiales, formas y dimensiones muy variables, en cuyo fondo hay un depósito que se llena de agua y alimenta a las plantas durante periodos que van desde tres semanas hasta varios meses. El proceso se basa en unas mechas que, por capilaridad, elevan el agua hasta la planta, ofreciéndole una humedad constante ideal para su crecimiento. Aunque cuentan con indicadores de contenido en el depósito, no conviene que éste llegue nunca a estar completamente vacío.

Higrómetro
Es un pequeño aparato que mide la humedad del sustrato. Está provisto de un sensor que se hunde en la tierra y reacciona ante la humedad, indicando la necesidad de agua de la planta.

Tutores
Son varas de plástico o cañas que se emplean para enderezar las plantas con tallos largos. Para las trepadoras de interior, lo ideal es emplear tutores de plástico envueltos en una capa de musgo de tres o cuatro centímetros, que se atan o envuelven con una malla de plástico.

Vida animal en el jardín

Los animales no sólo enriquecen el jardín aportándole vida y colorido, sino que ayudan a mantener las plagas bajo control. Por ejemplo, se sabe que la presencia de aves controla la aparición de insectos perjudiciales para las plantaciones. Además, el fomento de la fauna adecuada tiene como consecuencia la drástica reducción del uso de productos químicos nocivos para el medio ambiente.

CÓMO ATRAER LA FAUNA AL JARDÍN Especies vegetales útiles para la fauna
Muchas plantas pueden aportar alimento y cobijo a la fauna del jardín. Las formaciones vegetales más recomendables son los setos de arbustos densos, que sirven de refugio a animales como el erizo y donde numerosas aves pueden hacer sus nidos. Las plantas adecuadas para este tipo de formaciones serán aquellas que, tras la floración, ofrezcan bayas que sirvan de complemento alimenticio (especialmente si surgen en otoño-invierno); majuelo, madroño, acebo. zarza, cotoneaster y piracanta. Otras especies atractivas para los animales son los frutales (ideales para algunas aves) y las flores aromáticas ricas en néctar (muy apreciadas por las mariposas).

Implantación de áreas de vegetación espontánea
Si se destina una zona del jardín al desarrollo de las llamadas malas hierbas, pronto
se podrá observar cómo surge la vida animal. La ortiga. de propiedades irritantes, es consumida por gran cantidad de larvas de manposa, como las llamadas pavo real o vanesa

Suministro de agua durante el verano
Si se desea establecer una población constante de animales en el jardín, se debe disponer de una pequeña área donde el agua se quede retenida. Una buena idea será crear un estanque, que usarán como bebedero tanto los mamíferos como las aves y los insectos y, además, puede ser el hogar de ranas o tritones, que controlarán las invasiones estivales de mosquitos.

Alimentación en épocas de carencia
Durante las épocas desfavorables para la búsqueda de alimento y agua es indispensable colocar comederos y bebederos en lugares seguros, donde los animales puedan alimentarse sin ser molestados. Las aves comen prácticamente cualquier cosa: frutos secos. larvas de insectos, patatas cocidas, etcétera.

Mamíferos
Los mamíferos son los animales más difíciles de atraer al jardín. Sin embargo, hay dos especies que suelen adaptarse a él. sobre todo si se dispone de una zona tranquila y alejada de la ciudad: la ardilla y el erizo. La pnmera aparece en áreas con gran cantidad de arbolado. especialmente si hay pinos, ya que suele alimentarse de piñones. El erizo, que necesita invernar durante las épocas frías, vive de noche y se alimenta de babosas y caracoles.

Aves
Son decisivas en el control de los insectos perjudiciales. Por ejemplo, el verderón se alimenta de pulgones, y el gorrión y el jilguero, de otros insectos. En la época de cría, las aves prefieren una alimentación insectívora. más nca en nutrientes.

Insectos
Algunos de los insectos que aparecen en el jardín causan verdaderos daños en las plantas; sin embargo, existen otras especies que pueden convertirse en grandes colaboradores e incluso llamar la atención por su belleza. La mariquita, por ejemplo, es un gran devorador de pulgones, tanto en estado de larva como de adultos.
Otro gran aliado en el jardín es el escarabajo de suelo, insecto de color negro brillante y gran tamaño. Sale por la noche en busca de babosas, caracoles y otros insectos perjudiciales. Las man posas, por último, embellecen el jardín con sus alas de variados colores.