Trepadoras

Existe un grupo de plantas, altamente ornamentales, cuyos tallos no tienen la fuerza suficiente para sostenerse solos y han desarrollado la facultad de trepar para llegar más fácil y rápidamente a la luz del sol, sobre todo en las zonas tropicales. Gracias a su cualidad de crecer sobre muros, pilares, celosías o pérgolas, las trepadoras suponen un elemento de composición imprescindible en el jardín.

Tipos
Las modificaciones morfológicas desarrolladas por este tipo de plantas permiten clasificarlas en distintos grupos:

Enredaderas
La mayoría de las enredaderas son zurdas, es decir, se enrollan en sentido contrario a las agujas del reloj. Esta curiosa circunstancia no tiene todavía explicación científica. Algunos ejemplos son la glicinia o el jazmín chino.

Adhesivas
Se adhieren a las superficies por las que suben buscando la luz, sujetándose por medio de raíces aéreas. Son ideales para cubnr grandes muros, como es el caso de la hiedra. Dentro de este grupo, no muy numeroso, se incluyen también aquellas plantas cuyos tallos producen unos brotes especiales a modo de ventosas, como la hiedra japonesa.

Con zarcillos
Son plantas con órganos prensiles
que se desarrollan mejor sobre estructuras o soportes dispuestos horizontalmente. Aquí se incluyen las parras y las clemátides.

Con espinas
Este grupo, al que pertenece el rosal, presenta modificaciones en las hojas o en la prolongación de los tallos, de donde surgen espinas curvadas hacia abajo, en ocasiones de consistencia leñosa, con las que se agarran fuertemente a la vegetación o a la estructura que las soporta.

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