El injerto

Es el método de multiplicación más complejo. Se realiza para que reciba el beneficio de alguna característica (vigor, resistencia, etcétera) presente en la planta soporte, pero no en la que se injerta. Existen diferentes clases de injerto, dependiendo del tipo de planta. De hecho, muchas variedades ornamentales, como la camelia y el rosal, tienen en el injerto su única forma de multiplicación.

Labores del interto
El injerto consiste en insertar, una o varias veces, una pequeña porción de una planta en otra, para que se desarrolle y crezca a partir de ella. En este método están presentes dos partes:
  • El portainjerto o patrón. Es la planta soporte que habrá de recibir el injerto y que se mantiene enraizada en un medio de cultivo.
  • El injerto o púa. Se trata de una porción pequeña de planta -yema o trozo de rama- que se mete en el patrón. Para que tenga éxito un injerto, se debe producir una unión muy estrecha entre los tejidos de cada una de las dos plantas que se ponen en contacto. En general, se puede decir que cuanto más parecidas botánicamente sean ambas, más probabilidades habrá de que la unión o soldadura se logre. El injerto se realiza cuando la planta soporte y la que se va a injertar están en un momento concreto de su actividad vegetativa, por lo que esta técnica está su|eta a épocas muy concretas del año para que pueda realizarse. La falta de cuidados de una pfenta que ha sido injertada puede malograr la operación. En los primeros meses, es muy sensible tanto a una excesiva exposición al sol como a la falta de humedad.

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